lunes, 12 de noviembre de 2007

Cross again

10 de noviembre. Cross Universitario Rey Juan Carlos I. Fuenlabrada

Si no recuerdo mal, creo que hacía la friolera de casi 17 años que no corría un cross. Lejos quedan ya los de Navidad en Pozuelo. Desde que lo gané en 1990 y luego quedé segundo en el Cross del día del maestro en 1991, me parece que no había vuelto a correr este tipo de carreras.

Pedro, del club, me engañó para correr éste de la Universidad Juan Carlos I. Lo cierto es que, hace un par de semanas no sabía si correría alguna carrera en noviembre, y ahora parece que me faltan fechas.

Quedamos el sábado a las 10:30 casi al lado de la pista de atletismo. Pedro llegó en su coche acompañado de Cristina, y en cuanto apareció Javier, nos montamos y salimos rumbo a... ¿adónde?

Primera aventura. ¿Dónde es esto? ¿En Fuenlabrada? Vaya, pues yo creía que era en Alcorcón. ¿Que tú no sabes dónde es? Ah, a mí que me registren, yo iba confiado en que lo sabíais... vamos, que los unos por los otros, la casa sin barrer. Pues nada, vamos a lo que conocemos.

Aparecemos en el campus de la Juan Carlos I en Alcorcón; a pesar de estar abierta, allí no se ve a nadie. Esto no pinta nada bien. Intentamos encontrar alguien a quien preguntar, pero los pocos que aparecen sólo nos dejan la perla de "esto no es Fuenlabrada, es Alcorcón". Vale, muchas gracias por tan valiosa información.

Llamo a Ana, que por suerte está conectada a internet, y consigue indicarnos hacia dónde tirar. Después de carretear un poco, encontramos el Hospital de Fuenlabrada, y un poco más adelante el campus que buscábamos.

Ante nosotros el estadio Raúl González Blanco. Espectacular. Muy nuevo, con un graderío cubierto no menos impactante, un tartán en perfecto estado, vestuarios como para perderse... así da gusto ir a correr.

Después de recoger el dorsal (151 en mi caso), echamos un vistazo a las instalaciones, nos quitamos la ropa inútil, y vamos a la parte del circuito de tierra a dar una vueltecilla de calentamiento. Son cerca de las 11:30; las chicas empiezan en media hora, pero nosotros hasta las 12:30, nada.

El circuito parece bastante asequible. No hay barro, ni grandes desniveles, aunque sí pequeñas subidas y bajadas que seguro que notaremos durante la carrera.

Tras completar esta vuelta de reconocimiento, dejamos a Cristina acabando de estirar.

Y comienza la carrera femenina. Salen de la pista de atletismo, más o menos a la altura de la línea de salida del 200, en sentido contrario al de la pista, y nada más empezar se ve a una corredora con mucha fuerza y un ritmo claramente más rápido que el resto. Detrás de ella, un pelotón con 10-12 corredoras, entre las que está Cristina.

Tras unos minutos, vuelven a aparecer para hacer su entrada en la pista, tras completar una vuelta al circuito. La primera posición no ha variado, pero sí la distancia con las perseguidoras. Va a ganar de calle. Cristina llega la 12ª, que no está nada mal para lo poco que había dormido la pobre.

Y llega nuestro turno. Damos un par de vueltas a la pista para calentar, y nos colocamos en la línea de salida. Mucha, mucha gente. Buen rollo, cachondeo, pistoletazo y ya se acabó el cachondeo, que hay que correr... Pero, ¿dónde irán esos?

Salgo a buen ritmo, junto con Pedro y Javier. No me quiero obsesionar adelantando gente, porque al principio es mejor tomarlo con calma. Una vez que entramos en el camino de tierra ya empiezo a marcar mi ritmo y a sortear gente. Intento no acelerarme como siempre. Primer kilómetro, a menos de 3'50". Segundo kilómetro, por debajo de 7'50". Va bien, pero aún queda la segunda vuelta. Justo en el segundo giro, Cristina nos da ánimos.

Mientras comienzo la segunda vuelta, me cruzo con Pedro. A Javier no le veo. ¿Irá delante o detrás de él? Detrás, parece que no. Se pone gente a mi altura, algunos me adelantan, y también paso a algún otro, pero ya voy notando que no voy tan fresco, que las piernas ya no van tan sueltas. Hay que aguantar, que luego vienen las casi dos vueltas a la pista.

Y aguanto hasta la pista. Ahí consigo superar a otro corredor. Me desconciertan las pisadas detrás mía, porque no sé si son de mi carril o del carril interior que recorren los que ya están en su última vuelta a la pista. Paso por meta; venga, ya sólo quedan 400 m.

Conservo durante el primer 200, pero a partir de la curva empiezo a sacar la fuerza que me queda. Tengo a un corredor a la vista, pero no creo que pueda alcanzarle. Aún así, lo intento, aprieto los dientes, esprinto... pero me faltan apenas unos metros. No pasa nada. Detengo mi reloj en 19'54" (los resultados oficiales dicen que en realidad hice 19'57"; en cualquier caso, por debajo de 4' el kilómetro). 96º de 200. Llega Javier, llega Pedro; cogemos nuestra bolsa de corredor, algo de fruta, y para casa, que algunos tienen comida familiar.

Una buena experiencia, que me demuestra que ando muy bajo de fondo, aunque siempre empiezo bien. El domingo que viene, mi primera maratón, aunque sea en equipo :-)


miércoles, 7 de noviembre de 2007

Arrebato

Pues sí, mira que había dicho que después de la experiencia de La Melonera el año pasado no correría en una carrera tan multitudinaria, tipo San Silvestre Vallecana... Pero una vez más, me he rendido a un impulso probablemente irracional. Probablemente no: seguro.

Los dos últimos años Luis (mi hermano mayor) ha corrido la San Silvestre Vallecana, y me preguntaba si yo no la corría. La verdad es que tenía el gusanillo, pero me parecía demasiada gente como para poder correr a gusto. Demasiado cachondeo y folclore, y poco correr. Al menos esa es la impresión por lo que se ve en los reportajes de la tele.

El año pasado ya pensé que quizá estaría bien correrla con mi hermano, pero no me inscribí. Cuando me quise dar cuenta, las inscripciones se habían agotado. Tampoco estaba muy pendiente.

Ayer, leyendo la edición digital del Marca, vi que quedaban pocas inscripciones. Bueno, 2000 no son pocas, pero sobre las 25000 iniciales para mí es más bien poco. Y me entró el gusanillo. Pero no me apetece correrla solo. Ana trabaja esa noche y no creo que la corra, claro. ¿Y mi hermano? Pues aún no sabe qué va a hacer.

El caso es que un compañero del club de atletismo dijo que sí se había apuntado y pensé "igual no es mala idea" Aunque sólo sea por probar y decir "nunca más". O quizá me sorprenda...

Así que nada, esta mañana he entrado en la web y me he inscrito. Lástima no haberlo pensado unos cuantos días antes; me hubiera ahorrado 3 euros. La verdad es que 18 euros de inscripción me parece una pasada, pero bueno, me lo tomo como eso, como una experiencia que quiero tener.

Ya veremos qué pasa. Aún faltan 53 días.