lunes, 28 de septiembre de 2009

Buena forma de conseguir el dorsal

20 de septiembre. Carrera Popular de Illescas. Toledo

Y por fin llegó la última carrera del circuito Mapoma. Madrugón al canto porque hay que ir a Illescas, y ésta hay que correrla sí o sí porque es la última oportunidad de completar el circuito.

Una vez más nos congregamos en la pista unos cuantos valientes y madrugadores. Parece que el día va a acompañar, y aunque hace fresquito el cielo está despejado.

Javier y yo nos vamos en el coche de Jacobo. Hay que estar atentos, porque a la vuelta tendremos que cambiar de coche (Jacobo se queda por allí).

Llegamos con tiempo suficiente, y ya se ve bastante ambiente en la zona de salida. En cuestión de nada la fila para recoger el dorsal y validar el chip se hace cada vez más larga. Con un poco de paciencia conseguimos el dorsal. Esto ya está hecho.

La organización, con buen criterio entiendo yo, advierte que los que lleguen con más de un chip serán descalificados. Las cosas son como son, y deberíamos poner nuestro grano de arena para que esto fuera un deporte lo más saludable posible en todos los aspectos.

Tras el paso obligado por la cafetería de rigor en la que yo opto por no tomar nada, nos dirigimos a los coches para dejar la ropa y comenzar a calentar. Mucha gente por todos lados, y al final conseguimos colocarnos relativamente bien.

Salida tranquila y a coger ritmo. Recorremos calles céntricas, casi todo el rato con sensación de bajada... mal rollo. Me pongo a la par de Javier y Pedro, que ya se está quejando de que vamos muy rápido, de que quería ir con Isabel pero va muy rápida (mentira, Isabel va a buen ritmo, sólo que 50 metros por delante, y si quiere ir con ella tendrá que apretar).

Con buen ritmo pasamos a Isabel y salimos de la zona urbana entrando en un parque con zonas de subida constante aunque no pronunciada. Poco después cogimos una pista de tierra que nos devolverá a zona de asfalto. Por entonces ya estábamos casi en el km 7 y había dejado atrás a Javier. Me encontraba bien, pero aún me quedaba mi particular cruz en las carreras de 10km.

Sin embargo, en lugar de hacer como otras veces, que reservaba para el final bajando el ritmo, decidí mantenerlo aumentando la zancada. Nunca lo había hecho, y creo que me ayudó a superar ese par de kilómetros que se me suele atragantar, si bien es cierto que el último kilómetro se me hizo algo duro, pero los datos no engañan, y como podrá verse en el resumen de mi Garmin, los tres últimos kilómetros fueron los mejores de toda la carrera junto con el segundo.

Llegué a meta esprintando y terminé bastante satisfecho en 42'26". La carrera me gustó más de lo que esperaba, y por supuesto más que la de Cercedilla a pesar de que a priori pensaba que sería al contrario.

En fin, objetivo conseguido: ya tengo dorsal para MAPOMA. Ahora viene lo peor, que es preparar el maratón.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Todo sea por el dorsal...

Empezaré por el final: todo sea por el dorsal para la maratón de Madrid; después de haber corrido esta carrera (o caminata, o lo que sea) tengo claro que no quedará marcada como una de mis favoritas. Con los ojos cerrados, me quedo con la de Cercedilla, sí, pero la de navidad.

Todo por asfalto, con la montaña al lado. Algo así como masoquismo puro. Pudiendo correr por la montaña, nos comemos subidas y bajadas por asfalto. Pero todo sea por el dorsal.

Tras una noche de no dormir bien, madrugón para estar a las 7 de la mañana en la pista. Allí nos juntamos Pedro, José Luis, Jacobo, Paco, Isabel y Alberto. Yo me fui con los tres primeros en el coche de Jacobo.

Cielo totalmente cubierto. Espérate tú que al final no nos llueva. Pedro sobado y yo mirando el paisaje, mientras José Luis da conversación a Jacobo.

Llegamos a Cercedilla y vemos a Gabriela y Javier que van camino al polideportivo. Después de aparcar nos reunimos todos. ¿Una o dos vueltas? Los valientes, obviamente, optamos por una vuelta . La inscripción está bastante bien organizada, así que tardamos poco. Algunos van a tomar café, y otros preferimos no tentar a nuestro estómago. Pasamos por el coche para dejar nuestras cosas, y a calentar, pero poco.

Salida multitudinaria, y a tomárselo con calma. Veo a Gabriela y Javier adelantando por la acera. Me apetecería ir con ellos, pero creo que van demasiado rápido para el rodaje que tengo pensado hacer.

Salimos del pueblo y tras una bajada más o menos pronunciada, empieza una subida larga donde adelanto a Gabriela y veo que Javier anda mucho más adelante. No me voy a matar por cogerle.
Sigo a mi ritmo y ni me entero del primer avituallamiento pasado el km 3. Empezamos una bajada larga y veo a lo lejos a Isabel, Alberto, Pedro... Gabriela, que va estupendamente, me adelanta en la bajada y veo que llega hasta los que van a dar dos vueltas, pero también les deja atrás. Yo me uno a ese grupillo y me doy cuenta de que está también Iñaki. Y a partir de ese momento me quedo con él, charlando tan ricamente.

Poco después del km 10 nos separamos. Los de las 2 vueltas giran a la derecha, y yo sigo camino hacia la meta en la plaza del ayuntamiento. Aprieto un poco y termino con los gemelos bastante cargados.

Lo dicho: todo sea por el dorsal, lo mismo que la próxima zancada, que será el día 20 en Illescas.

Mi carrera en datos

martes, 1 de septiembre de 2009

Vaya regreso...

27 de agosto. Carrera Popular de Cerceda. Madrid

Como ya decía en la zancada anterior, tras el mes de reposo tocaba volver a correr. Nacho ya me habló el año pasado de la carrera de Cerceda, y me pareció buena idea ir con él este año y retomar las carreras haciendo un rodaje largo de montaña. En qué hora...

Nacho finalmente no pudo venir, así que me quedé solo ante el peligro. Tras un rodeo no previsto pasando por Navacerrada, llegué a Cerceda con tiempo de sobra para recoger y pagar el dorsal. Mucho calor y algo de ambiente.

El primer contratiempo, nada más recoger el dorsal. Un apretón de los fuertes, y a desalojar en el baño que había justo detrás de donde se hacía la inscripción. No entraré en detalles, pero vi la cosa malita, acrecentándose así la sensación de "¿qué estoy haciendo aquí?"que ya tenía desde hacía unos cuanto minutos.

Volviendo al coche para dejar las cosas me encontré con mi primo Carlos, al que hacía lo menos 15 años que no veía. Está en el club "Tierra Trágame" y me uní a él y a la gente con la que se fue juntando.

Salida bastante puntual, a las 7 de la tarde. Mi intención era ir a una media de 5'/km, que en principio pensé que estaría bien. Los primeros kilómetros, casi todo por asfalto y pisando los núcleos urbanos fueron más o menos al ritmo esperado; iba cómodo.

Cuando ya nos adentramos en la zona de campo a los pies de la sierra madrileña, y la cosa empezó a tirar para arriba, yo me fui adelantando, pensando que iba bien. Ya habíamos pasado el primer avituallamiento en el km 3,5 y hasta el 7 (eso pensaba yo) no tocaba el siguiente. Ambiente seco y polvo en el camino, pero con bastante ánimo.

El esperado avituallamiento llegó casi en el 8, donde ya comenzaba el descenso. Al poco comencé a notar molestias en la parte externa de la rodilla izquierda y tuve que bajar el ritmo, dejando que un corredor al que seguía a buen ritmo se fuera sin remedio. En el camino pude ver al ilustre Pablo Vega que se había quedado en la cuneta afectado por un golpe de calor.

Si en la subida había ido adelantando a unos cuantos, en los últimos kilómetros fui yo uno de esos cadáveres que van recogiendo los más prudentes. Cuando la rodilla izquierda parecía haberse recuperado, empezó a molestar la derecha, así que entre eso y que mis piernas ya acusaban el mes de inactividad, tuve que bajar aún más el ritmo. A poco menos de un kilómetro para meta me cogió mi primo, que a pesar de superar ya los 50 años se ve que sabe mucho de esto, y gracias a él pude llegar más o menos dignamente a la meta, donde nos obsequiaron con unos calcetines (mal la talla, pero le valen a Ana) una camiseta técnica, algo de bebida y fruta cortada que entraba de maravilla.

De las agujetas que me han durado más o menos cuatro días no digo nada.

Mi carrera según el Garmin