domingo, 30 de marzo de 2008

Primer asalto: k.o.

30 de marzo. X Carrera Intercampus. 10 km, Leganés - Getafe.

El título lo dice todo: el primer intento de bajar de 40' en los 10 km. no ha tenido el final esperado.

Pero no es ninguna sorpresa, la verdad. Normalmente se recoge lo que se siembra, y en este caso tengo que decir que la norma se ha cumplido. Además, en esto del atletismo no hay fórmulas mágicas, ni basta con imaginarlo. Los resultados son, como mucho, tan buenos como haya sido la preparación.

Así que voy a dejar de autocompadecerme, que ya está bien, y te cuento cómo ha sido mi primera experiencia en la Intercampus, objetivos no cumplidos al margen.

Hemos llegado a eso de las 9:15 a la zona de salida, en Leganés. Mucho ambiente, mucha gente, y algo de desorganización, por lo menos en el tema de recogida de dorsales. No parece demasiado lógico que hubiera sólo dos filas para tanta gente. La espera ha hecho que apenas tuviéramos tiempo para calentar. Olvidaba decir que hemos ido juntos Pedro, Javier, Miguel Ángel y yo. Nos hemos encontrado con Teo, que venía a correr sin dorsal, pero justo antes de la salida le hemos perdido. Aparte, Guillermo y Valentín, ex compañeros de trabajo, me han visto y se han acercado a saludarme. Es una alegría encontrar a gente conocida.

En la zona de salida hemos intentado colocarnos lo más adelante posible. Mucha gente, poco espacio y Miguel Ángel con la sensación de "mal empezamos", porque va a ser inevitable perder unos cuantos segundos hasta que pasemos el arco, hagamos un poco de eslalom adelantando gente y podamos empezar a llevar nuestro verdadero ritmo.

Primero salen los universitarios, y muy poco después, el resto. Es poco después de abandonar el recinto de la universidad cuando pienso por primera vez en el objetivo que me ha traído a esta carrera: bajar de 40'. Eso da una idea de lo (poco) mentalizado que vengo...

La primera parte es una bajada no demasiado ancha, lo que unido a la cantidad de gente que hay hace que aumente un poco la ansiedad y el ritmo no sea el deseado. A pesar de eso, el primer kilómetro, cuya marca no veo, lo pasamos en unos esperanzadores 3'44".

El camino se empieza a despejar y tomo la iniciativa. El paso por el km 2 nos mantiene en los objetivos (7'33").

Y hasta aquí las buenas noticias. Nos mantenemos agrupados Miguel Ángel, Javier y yo, pero esos 30" que habíamos cogido se empiezan a diluir kilómetro a kilómetro. Pasado el kilómetro cuatro nos cruzamos con la cabeza de carrera. Es una zona de nuevas construcciones, con avenidas anchas pero no demasiado lisas. Son pequeñas subidas y bajadas que se alternan rompiendo un poco el ritmo. Si a eso le añadimos que en las subidas el viento lateral se deja notar más, apaga y vámonos.

Y para rematar la faena, pasado el kilómetro cinco mi flamante pantalón corto me empieza a rozar la entrepierna de lo lindo. Desde ese momento hasta el final molestias continuas y un ritmo por encima de los 4' el kilómetro. En el km 5, si no íbamos por encima de los 20', poco nos faltaba.

Antes del km 8, una subida muy pronunciada donde mantengo el ritmo; en la bajada, según me contará después Miguel Ángel, empiezo a distanciarme. Javier y él piensan que quizá todavía pueda alcanzar el objetivo, pero de fuerzas ya voy justito, y el dolor de la rozadura empieza a ser muy molesto.

Paso por el 9 bastante por encima de 36': misión imposible. Aún así, intento acabar lo mejor posible. No sé lo que aún me espera.

La parte final del recorrido es una sucesión de rectas con giros de 90 grados que hacen imposible saber realmente cuánto falta para llegar. Me cebo con otro corredor en una recta y al doblar y no ver la meta, me vengo abajo. Bajón de los gordos. Me pasa mi "rival" y varios corredores más. Voy literalmente arrastrado, vencido. Aún así, aprieto en los últimos 150 m y consigo adelantar a una sorprenedente corredora unos metros antes de la meta. Paso por la alfombra de meta en 40'48". Tiempo oficial: 40'55".


Conclusión, me siento un poco decepcionado por no lograr el objetivo, pero siendo objetivo no es una sensación real porque una meta tan sólo pensada, no trabajada, no es una meta. Toca planteárselo de verdad; entonces sí que podré juzgar los resultados. De aquí a fin de año, lo consigo. Fijo.

Aquí el enlace al vídeo de mi llegada (en el reloj de meta llego en 40'48"). Apenas 3" después llega Miguel Ángel.

Próxima cita: 13 de abril, Cross subida al Piélago.

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