viernes, 28 de diciembre de 2007

Ya tengo mi dorsal...


Bueno, pues ya sólo faltan cuatro días para correr mi primera San Silvestre Vallecana. No sé si será también la última; espero no llevarme tan mala impresión.

El miércoles aproveché a la salida del trabajo para ir a recoger la camiseta y el chip. El lugar, la feria del corredor, en el párking del estadio Santiago Bernabéu.

Según iba subiendo las escaleras del metro, no hacía más que cruzarme con un montón de gente que venía de recoger la bolsa. Pensé que me iba a encontrar una cola kilométrica, pero no, nada de eso. La verdad es que estaba muy bien organizado, y lo cierto es que me esperaba otra cosa. Pensaba que la feria del corredor sería algo más que una carpa con los mostradores de recogida de bolsas, un par de cintas de correr y un muestrario Nike de la tienda Bikila.

Como he dicho antes, el tema de recogida de dorsales estaba bien montado: cada talla tenía sus filas, y como tampoco había mucha gente, en apenas 5' ya tenía mi dorsal-camiseta. Imagino que cada año van mejorando la organización de estas y otras cosas relacionadas con la carrera.

Como tenía algo de prisa, sólo comprobé que mi chip funcionaba, rellené una papeleta de Gatorade, y salí de allí, esperando volver dentro de 6 días.

Al llegar a casa vi con más detalle el contenido: la camiseta es de manga larga, técnica, y de color naranja. Además de eso, una barrita de muesli de manzana, una tarrina de maíz, información sobre la carrera, el chip y una cinta para acceder a los cajones de salida. Ya falta menos, tengo ganas de que llegue...

Cercedilla, un año después

16 de diciembre. IV Carrera de Navidad de Cercedilla.

Un año después, y sin haber vuelto a correr ninguna carrera similar, volvimos a la carrera de navidad de Cercedilla.

Con la experiencia del año anterior, salimos antes de casa y conseguimos aparcar un poco más cerca. De camino hacia la salida ya se iba viendo ambientillo. Nos dimos un voltio y luego mientras subíamos a casa de Isma, nos cruzamos con Martín Fiz, que iba trotando con mochila y todo. Menudo máquina está hecho el muy...

Bajamos a por los dorsales y volvimos al calorcito para cambiarnos, colocar bien dorsales y chips, y ya listos, bajar a la salida.

No veía a ninguno de los del club, y el mogollón era ya considerable. Me subí a un banco, pero nada. Ya había perdido de vista a Ana, Isma y Dani, así que me metí entre la gente cuando, de repente, me encuentro de cara a los del club. ¡Eeeeeeee! Miro a la izquierda, y por allí andan mis tres perdidos.

Mucha gente, mucha gente. Esperamos a que den la salida; bueno, la damos los propios corredores contando hacia atrás: 20, 19... Salida a mogollón. Nos hemos colocado demasiado atrás, y tardamos unos 40" en pasar el arco de salida. Mucha gente, poco sitio; vamos bastante agrupados los del club, sobre todo en un principio Nacho, Pedro, Javier y yo. Cuando llegamos a la vía del tren que sube a Cotos, Alberto nos adelanta para hacer fotillos (estupendas, como siempre).

Seguimos bastante agrupados, subiendo, hasta el kilómetro 2 más o menos, y a partir de ahí la cuesta empieza a poner a cada cuál en su sitio. Incluso toca parar en un giro, porque se monta un poco de atasco, pero una vez superado eso, el camino continua. Ya no recuerdo a partir de qué momento dejo de notar cerca a mis compis.

Y allá que vamos, por caminos más bien estrechos, con poca opción de adelantar, subiendo, bajando, intentando mantener un buen ritmo. No sé si voy a aguantar todo, pero intento no pararme en las cuestas arriba.

En un momento, no sé qué kilómetro, vemos un poco más abajo a Martín Fiz, primero, a toda pastilla. ¿Cuánto nos sacará ya?, pienso. Algún tropezón (mío no, por suerte), adelanto, me adelantan, sube, baja, pero todo bastante llevadero.

Muchos minutos más tarde llego al punto por el que un rato antes había visto pasar a Martín Fiz, y al ver a los que vienen un poco más arriba, da la impresión de que hay que subir donde están ellos; por suerte no es así, y seguimos, más bajando que subiendo. Dejamos la montaña y entramos en la zona habitada. Allí adelanto a un hombre y vamos unos metros comentando el recorrido, pero quiero tirar un poco más, y sigo, que ya no queda nada.

Y a falta de 200 m, la gran cagada. Bueno, me lo tomo con humor, y lo veo como anécdota. Voy casi solo ya por la calle en la que está la meta. De repente, un chico llega de atrás y me adelanta, pero sin demasiada fuerza; como me veo bien de piernas, me pongo a su lado y pasados unos pocos metros, cambio el ritmo. Voy sobrado, pienso, y tengo la impresión de que el chaval se ha quedado. No sé por qué no esprinto con fuerza; simplemente me confío. Y de repente, noto que el chaval, al límite de sus fuerzas, me pasa. Demasiado sorprendido para reaccionar, veo como se dirige a la meta, ocupando el puesto que debería haber sido mío :-)

Al final, 52'50", que no está nada mal. Me había propuesto bajar de 5'/km, y en teoría lo he hecho, aunque no queda muy claro qué distancia hemos recorrido al final.

El resto de la gente, muy bien también. Ana llega con Isma y Dani, en 1h07'. Para entonces yo ya estoy muerto de frío, así que recogen la estupenda bolsa que dan en esta carrera, y nos vamos a cambiar. ¿Volveremos el año que viene? Seguramente.

Nueva web del club

Después de varias semanas currándomelo, el pasado día 20 lanzamos la nueva página web del club. Era un proyecto en el que llevaba trabajando durante los últimos meses, y que tenía bastantes ganas de llevar a cabo.

Sólo llevo en el club desde mayo, pero ya enseguida me reclutaron para echar una mano a Pedro con la web, en cuanto se supo que más o menos pilotaba en estos temas. A medida que fui viendo un poco cómo estaba hecha y organizada, pensé que hacía falta meterle mano cuanto antes, o si no mantenerla iba a resultar cada vez más complicado además de requerir cada vez más tiempo

Así que comencé a mirar posibles soluciones y al final me incliné por Joomla!

Se trata de un software libre y de código abierto para la gestión de contenidos y creación de portales web. Sobre una base de datos MySql y con Php es relativamente sencillo montar una página web con un aspecto bastante profesional. Pero lo mejor no es eso; yo creo que la mayor ventaja que aporta tiene que ver con la gestión de los contenidos y la organización de la información. Asimismo, posee un montón de interesantes extensiones que aportan mayor funcionalidad y posibilidades a la web.

En definitiva, con todo el tinglado montado, nos lanzamos hace ya 8 días. Desde entonces, la web ha tenido más de 350 visitas (ojo, no únicas, pero visitas al fin y al cabo) y poco a poco parece que cobra mayor importancia, y que los contenidos se van agregando con asiduidad. La mayoría de los comentarios que he oído de la gente son en general positivos, aunque espero recibir sugerencias o comentarios que nos ayuden a mejorarla. Hay cosas en el tintero, que de momento no voy a abordar, como por ejemplo el tema de los foros, aunque tiempo al tiempo...

Si quieres darte una vuelta por el fruto de mi trabajo (bueno, mío sobre todo, pero también de Pedro y de Miguel Ángel, que coordinan conmigo la web) entra en www.atletismomajadahonda.es y no olvides votar en la encuesta.

domingo, 16 de diciembre de 2007

Semana completita

Del 4 al 9 de diciembre

Eso es lo que tuve durante la primera semana de diciembre: deporte y más deporte, y ¡variadito, oiga!

Había empezado el fin de semana anterior jugando al pádel un par de horitas. No está mal, no está mal. Estaba de vacaciones hasta el viernes de esa semana, así que empecé el martes con el habitual entrenamiento en el club. 2 km calentando, 3 cambios de ritmo (3' corriendo + 1' descanso trotando) a buen ritmo, balón medicinal y para terminar y no quedarme frío, 7 rectas por la hierba, pimpan, pimpam, pimpam...

El miércoles Ana me llevó a San Lorenzo del Escorial a estrenar mis nuevas zapas de raid. Subimos a buen paso hasta lo alto del Abantos, con un par de series de subida a ritmito, y luego la bajada fue a tumba abierta (subimos en una hora, y la bajada me duró sólo 25') Madre mía, cómo se cargan los cuádriceps y las lumbares. Las zapas, de lujo.

El jueves habíamos quedado para rodar José Luis, Pedro y yo. Ana se animó a venir, y Miguel Ángel también acabó apuntándose. En lugar de hacer el recorrido más o menos previsto por el monte del Pilar, Miguel Ángel (nuestro google maps humano) nos llevó por un camino hasta ahora desconocido por todos, y llegamos casi hasta Boadilla. Al final, 14 km después de una horita y veinte.

Como no tenía suficiente, el viernes, después de haber vuelto al trabajo, tocó la clase de natación. Suerte que nos pusieron el turbo como dice el profesor, es decir, las aletas, aunque también se cansa uno al cabo de un rato. Con eso y con todo, tampoco me encontraba tan cansado como esperaba estar a esas alturas de semana.

El sábado, Miguel Ángel nos tenía preparada una excursión en bici por Villanueva de la Cañada, Villanueva del Pardillo y Majadahonda. Mi bici me dio algunos problemas y no pude hacer con él, Nacho y Javier una parte del recorrido, así me uní a ellos tras el cambio de bici en el Pardillo. Igual que el día de rodaje, Miguel Ángel me mostró nuevos caminos que nunca antes había recorrido, y descubrí el estupendo paseo que tienen en Villafranca del Castillo. Al final, entre pitos y flautas, el cuentakilómetros de la bici marcaba más de 40, y la verdad es que el último tramo de vuelta a casa que hice solo se me hizo eterno.

Por último, para completar el círculo, el domingo tocó otra horita y media de pádel. ¿Se entiende ya lo de semana completita?

domingo, 9 de diciembre de 2007

Primera pseudo-maratón

18 de noviembre. Maratón Ekiden. Torrejón de Ardoz

No, no me voy a tirar el rollo diciendo que ya he corrido mi primera maratón, aunque todo es según se mire ¿no? Porque lo cierto que sí que la he corrido, aunque tiene truco la cosa: formaba parte de un equipo de 6 corredores que debíamos completar en total los más de 42 km de la prueba.

Comenzaba a las 9:30 junto a la plaza de toros de Torrejón de Ardoz. Los del club, que en total habíamos conseguido formar 3 equipos, quedamos a eso de las 8 en la sede del club. De camino desde casa miro el termómetro del coche: -3'5º en algunos tramos; la que nos espera...

Algunos ya iban directamente al lugar de la carrera; el resto nos repartimos en varios coches, y yo me fui con Isabel y Alberto en el suyo. Llegamos alrededor de las 9, sin problemas. Teo ya se había hecho cargo de todo, y con bastante frío comenzamos a ponernos chips y dorsales, a quitarnos ropa de más, y a calentar un poquillo. Isabel, Teo y yo éramos los elegidos en nuestros respectivos equipos para hacer el primer relevo de 7.195 m.

Con bastante puntualidad se dio la salida. El límite eran 100 equipos. Yo no sé si llegábamos a tanto, pero sí que éramos unos cuantos dispuestos a correr contar de sacarnos el frío de encima.

Tengo que decir que el circuito tenía 2'5 km y discurría en casi su totalidad por un parque; la verdad es que estaba de lujo, y no era excesivamente exigente. La primera vuelta (8'29"), que no era completa, me la tomé con cierta calma para ver cómo era el recorrido. Salvo un repechillo a 500 m de la meta, lo demás era bastante asequible, y lo llevé relativamente bien.

La segunda vuelta (pasé en 18'36") ya fue otro tema. Parece tontería, pero 300 metros más son 300 metros más, y lo noté, porque al comenzar la tercera vuelta me entró un pequeño bajón. Yo, en mi línea de los últimos tiempos: de más a menos.

Aguanté como buenamente pude el ritmo que marcó una chica que me había superado al comenzar la última vuelta, y en los últimos metros pude sacar fuerza y entregar mi testigo (una banda a lo miss) a José Luis. Y ahí se acabó mi participación (tiempo final: 28'36")

A partir de ese momento se trató de animar a los compañeros -tanto de mi equipo como de los otros dos- Al cabo de un rato de estar parado, me enteré de que Teo se había torcido el tobillo en la primera vuelta: nunca mejor dicho, qué mala pata.

A José Luis (5km) le siguió José Manuel (10km); a éste, Quique (5km), Aitor (10km) y por último Juanjo completó los últimos 5km para dejar el cronómetro en 3h00'40", que para ser mi primera maratón, no estuvo nada mal. Una experiencia chula. Las chicas, cómo no, pillaron metal al ser terceras en su categoría.

Por cierto, aparte del buen ambiente, merece mención especial Alberto, que se multiplicó para sacarnos a todos un montón de fotos.

Ya he hecho el de relevos ¿Para cuándo yo solito todo? :-)

lunes, 12 de noviembre de 2007

Cross again

10 de noviembre. Cross Universitario Rey Juan Carlos I. Fuenlabrada

Si no recuerdo mal, creo que hacía la friolera de casi 17 años que no corría un cross. Lejos quedan ya los de Navidad en Pozuelo. Desde que lo gané en 1990 y luego quedé segundo en el Cross del día del maestro en 1991, me parece que no había vuelto a correr este tipo de carreras.

Pedro, del club, me engañó para correr éste de la Universidad Juan Carlos I. Lo cierto es que, hace un par de semanas no sabía si correría alguna carrera en noviembre, y ahora parece que me faltan fechas.

Quedamos el sábado a las 10:30 casi al lado de la pista de atletismo. Pedro llegó en su coche acompañado de Cristina, y en cuanto apareció Javier, nos montamos y salimos rumbo a... ¿adónde?

Primera aventura. ¿Dónde es esto? ¿En Fuenlabrada? Vaya, pues yo creía que era en Alcorcón. ¿Que tú no sabes dónde es? Ah, a mí que me registren, yo iba confiado en que lo sabíais... vamos, que los unos por los otros, la casa sin barrer. Pues nada, vamos a lo que conocemos.

Aparecemos en el campus de la Juan Carlos I en Alcorcón; a pesar de estar abierta, allí no se ve a nadie. Esto no pinta nada bien. Intentamos encontrar alguien a quien preguntar, pero los pocos que aparecen sólo nos dejan la perla de "esto no es Fuenlabrada, es Alcorcón". Vale, muchas gracias por tan valiosa información.

Llamo a Ana, que por suerte está conectada a internet, y consigue indicarnos hacia dónde tirar. Después de carretear un poco, encontramos el Hospital de Fuenlabrada, y un poco más adelante el campus que buscábamos.

Ante nosotros el estadio Raúl González Blanco. Espectacular. Muy nuevo, con un graderío cubierto no menos impactante, un tartán en perfecto estado, vestuarios como para perderse... así da gusto ir a correr.

Después de recoger el dorsal (151 en mi caso), echamos un vistazo a las instalaciones, nos quitamos la ropa inútil, y vamos a la parte del circuito de tierra a dar una vueltecilla de calentamiento. Son cerca de las 11:30; las chicas empiezan en media hora, pero nosotros hasta las 12:30, nada.

El circuito parece bastante asequible. No hay barro, ni grandes desniveles, aunque sí pequeñas subidas y bajadas que seguro que notaremos durante la carrera.

Tras completar esta vuelta de reconocimiento, dejamos a Cristina acabando de estirar.

Y comienza la carrera femenina. Salen de la pista de atletismo, más o menos a la altura de la línea de salida del 200, en sentido contrario al de la pista, y nada más empezar se ve a una corredora con mucha fuerza y un ritmo claramente más rápido que el resto. Detrás de ella, un pelotón con 10-12 corredoras, entre las que está Cristina.

Tras unos minutos, vuelven a aparecer para hacer su entrada en la pista, tras completar una vuelta al circuito. La primera posición no ha variado, pero sí la distancia con las perseguidoras. Va a ganar de calle. Cristina llega la 12ª, que no está nada mal para lo poco que había dormido la pobre.

Y llega nuestro turno. Damos un par de vueltas a la pista para calentar, y nos colocamos en la línea de salida. Mucha, mucha gente. Buen rollo, cachondeo, pistoletazo y ya se acabó el cachondeo, que hay que correr... Pero, ¿dónde irán esos?

Salgo a buen ritmo, junto con Pedro y Javier. No me quiero obsesionar adelantando gente, porque al principio es mejor tomarlo con calma. Una vez que entramos en el camino de tierra ya empiezo a marcar mi ritmo y a sortear gente. Intento no acelerarme como siempre. Primer kilómetro, a menos de 3'50". Segundo kilómetro, por debajo de 7'50". Va bien, pero aún queda la segunda vuelta. Justo en el segundo giro, Cristina nos da ánimos.

Mientras comienzo la segunda vuelta, me cruzo con Pedro. A Javier no le veo. ¿Irá delante o detrás de él? Detrás, parece que no. Se pone gente a mi altura, algunos me adelantan, y también paso a algún otro, pero ya voy notando que no voy tan fresco, que las piernas ya no van tan sueltas. Hay que aguantar, que luego vienen las casi dos vueltas a la pista.

Y aguanto hasta la pista. Ahí consigo superar a otro corredor. Me desconciertan las pisadas detrás mía, porque no sé si son de mi carril o del carril interior que recorren los que ya están en su última vuelta a la pista. Paso por meta; venga, ya sólo quedan 400 m.

Conservo durante el primer 200, pero a partir de la curva empiezo a sacar la fuerza que me queda. Tengo a un corredor a la vista, pero no creo que pueda alcanzarle. Aún así, lo intento, aprieto los dientes, esprinto... pero me faltan apenas unos metros. No pasa nada. Detengo mi reloj en 19'54" (los resultados oficiales dicen que en realidad hice 19'57"; en cualquier caso, por debajo de 4' el kilómetro). 96º de 200. Llega Javier, llega Pedro; cogemos nuestra bolsa de corredor, algo de fruta, y para casa, que algunos tienen comida familiar.

Una buena experiencia, que me demuestra que ando muy bajo de fondo, aunque siempre empiezo bien. El domingo que viene, mi primera maratón, aunque sea en equipo :-)


miércoles, 7 de noviembre de 2007

Arrebato

Pues sí, mira que había dicho que después de la experiencia de La Melonera el año pasado no correría en una carrera tan multitudinaria, tipo San Silvestre Vallecana... Pero una vez más, me he rendido a un impulso probablemente irracional. Probablemente no: seguro.

Los dos últimos años Luis (mi hermano mayor) ha corrido la San Silvestre Vallecana, y me preguntaba si yo no la corría. La verdad es que tenía el gusanillo, pero me parecía demasiada gente como para poder correr a gusto. Demasiado cachondeo y folclore, y poco correr. Al menos esa es la impresión por lo que se ve en los reportajes de la tele.

El año pasado ya pensé que quizá estaría bien correrla con mi hermano, pero no me inscribí. Cuando me quise dar cuenta, las inscripciones se habían agotado. Tampoco estaba muy pendiente.

Ayer, leyendo la edición digital del Marca, vi que quedaban pocas inscripciones. Bueno, 2000 no son pocas, pero sobre las 25000 iniciales para mí es más bien poco. Y me entró el gusanillo. Pero no me apetece correrla solo. Ana trabaja esa noche y no creo que la corra, claro. ¿Y mi hermano? Pues aún no sabe qué va a hacer.

El caso es que un compañero del club de atletismo dijo que sí se había apuntado y pensé "igual no es mala idea" Aunque sólo sea por probar y decir "nunca más". O quizá me sorprenda...

Así que nada, esta mañana he entrado en la web y me he inscrito. Lástima no haberlo pensado unos cuantos días antes; me hubiera ahorrado 3 euros. La verdad es que 18 euros de inscripción me parece una pasada, pero bueno, me lo tomo como eso, como una experiencia que quiero tener.

Ya veremos qué pasa. Aún faltan 53 días.

martes, 9 de octubre de 2007

De nuevo en mi pueblo

XVI Carrera popular de Villanueva del Pardillo. 6 de octubre.

Cómo se pasa el tiempo. Ya estamos de nuevo en la carrera de Villanueva del Pardillo. El año pasado me propuse llegar mejor preparado a la siguiente edición, pero creo que va a ser que no. El parón de agosto - septiembre se nota, y a pesar de que ya estamos cogiendo algo de ritmo con el entrenamiento, apenas he salido a rodar, y eso se nota.

Hará cosa de diez días probé a hacer el recorrido del año pasado. Tardé casi cuatro minutos más que hace un año, y me desanimé un poco. Pero bueno, las carreras son distintas, corres con más gente, y el cuerpo responde de manera distinta.

Además este año parece que vamos a ver mucha más gente conocida: María Jesús y Julen (ya recuperado), Juanjo y Cristina, Antonio, Pedro... cómo cambian las cosas cuando vas a las carreras y ves rostros familiares.

Hace un día espléndido. Cielo despejado, temperatura agradable. Llovió hace un par de días y no sabemos cómo estará la parte del recorrido que transcurre por campo.

Después de recoger el dorsal y dar un par de voltios de calentamiento, nos colocamos en el arco de salida. No somos demasiados (ciento y pico como mucho) y el ambiente es bueno. Este año el principio del recorrido es un pelín distinto, pero enseguida cogemos el mismo camino que el del año anterior; esta vez las pistas sí son conocidas.

Voy a buen ritmo, sin forzar demasiado. Llegamos al camino del Canal de Isabel II, que está en obras. Hay que pasar por zonas con barro, y se hace un poco arriesgado, pero lo sorteamos bien. El grupo ya está estirado y no nos apelotonamos. Las sensaciones, no obstante, no son las mejores. Venga, hay que coger ritmo.

Adelanto a algunos corredores, y cruzamos la carretera de las cuestas. Ahora tocan los toboganes. No me cebo, porque me empiezo a notar justito. Bajamos hasta el río, sabiendo que ahora llega la mejor parte: casi 2 km de terreno llano. En esa zona se empareja conmigo un corredor, y nos vamos manteniendo. Cazamos a un par de corredores, entre ellos uno del club (no sé su nombre) que suele entrenar con Juanjo. Me sorprende adelantarle.

Cada vez me voy notando con menos fuerzas, y antes de acabar el llano ya me descuelgo de mi compañero. Hoy echo en falta a Miguel Ángel, que me vaya marcando un ritmo cómodo. Toca apechugar, que viene la cuesta. Ya quedan poco más de 2 km para meta, pero yo voy regular.

No me cebo en la cuesta, que sé que me pasará factura. Cuando la termino y cojo la parte de asfalto sigo notándome flojo, sin fuerza, y algunos de los que adelanté en kilómetros anteriores me superan. Se me está haciendo largo. Aguanto sin forzar, porque no estoy para excesos.

Llegamos a la Avenida de Juan Carlos I. Ya queda menos de un kilómetro, y empiezo a aparetar. Última bajada, sigo apretando, y en la última recta al menos consigo superar a un corredor. Algo es algo, pero llego muerto. 29'49" me marca el cronómetro. Según Juanjo, que ha quedado tercero en la carrera, la distancia son 7,120 km. Bueno, al menos he mejorado el tiempo del año pasado. Ana llega unos minutos después, bastante bien.

Ahora toca proponerse hacerlo mejor el año que viene...

Al día siguiente salgo a rodar durante 1 hora, incluyendo el circuito de la carrera. Al final algo más de 11 km. Corro por sensaciones, sin mirar el reloj... Mucho mejor. Es algo que tengo que aprender. Poco a poco.

lunes, 1 de octubre de 2007

19' 02"

Carrera del BBVA. 30 de septiembre. Madrid.

Vamos, que ya me estoy empezando a retrasar, y se me acumulan las zancadas...

Está empezando la temporada, así que Miguel Ángel nos propone que corramos la carrera del BBVA; son sólo 5 km por calles céntricas de Madrid, y aparentemente el recorrido no es nada exigente. Vamos, que para ir cogiendo un poco de tono, está bien.

Es una carrera de autobombo. Este gigante bancario celebra su 150 aniversario, y organiza una carrera gratuita en varias ciudades. Tienen todo bastante bien organizado: inscripción por internet, recogida de lo que llaman kit de bienvenida, que incluye el dorsal, el chip (raro en una carrera gratuita, pero claro, hay mucha pasta detrás; lo que pierdan ya lo recuperarán de alguna forma), una camiseta, una muñequera, y un pin. Publicidad pura y dura. Llámalo propaganda.

Ana y yo hemos recogido a María Jesús; Julen, su marido, se ha tenido que quedar en casa acatarrado. Lástima. Aparcamos frente al intercambiador de Moncloa, después de hacer doscientas maniobras, y nos dirigimos al metro. Es pronto, quizá demasiado para ser domingo y pretender que la carrera sea una fiesta de participación. Mucha gente en el metro sube con su camiseta azul; nos han prometido que si llegamos con ella puesta a la meta, nos darán un obsequio. A ver qué es...

Buenos, pues allá que vamos. Llegamos a Nuevos Ministerios, y cada vez se ven más camisetas azules. Ahora a ver cómo encontramos a la gente entre tanta uniformidad. Ha habido suerte: Miguel Ángel nos encuentra a nosotros primero. Trae a su hijo Sergio, su arma secreta frente a su cuñado Pedro; se avecina un gran pique, y mucho trabajo para Pedro :o)

Poco a poco vamos encontrando más gente: Pedro, con sus compis de trabajo, Juanjo -al que no veía desde hacía mucho tiempo-, María,... total, que ya son casi las nueve. Se sale de dos vías paralelas. Estamos bastante cerca del arco de salida, y Miguel Ángel me propone hacer los 5km en 21' o menos. Yo acepto sin pensarlo demasiado; ir por encima de 4' el km me parece factible a estas alturas para una distancia tan corta. Eso sí, al principio habrá eslalom.

Y salimos. Sorteamos corredores durante los primeros 150-200 metros. El grupo se estira y es más fácil correr sin tener que esquivar a la gente. Nos ponemos a la par de Pedro, que tras mirar su juguetito medidor decide que estamos locos yendo a 3'40" (a mí me parece increíble), y dice que se queda a esperar a sus verdaderos rivales (Ángel, Sergio...)

Miguel Ángel y yo seguimos, a buen ritmo. No he visto cartel del primer kilómetro, y encima como me he olvidado la banda pectoral del pulsómetro, no puedo ver el tiempo que vamos marcando, así que me guío por lo que me va contando mi compañero de carrera. En el kilómetro dos, que sí tiene cartel, pasamos por debajo de los 8'. Casi no me lo creo.

Mis sensaciones son buenas, pero no sé si aguantaré todo el rato así. Van pasando los metros y llegamos a zonas ya conocidas: glorieta de Bilbao, glorieta de San Bernardo... entramos en Alberto Aguilera, y sin darnos cuenta nos ponemos a la par de Adrián, que dice que va fatal. En el kilómetro cuatro me quedo un poco encerrado y cuando me pongo otra vez a la par de Miguel Ángel, Adrián ha desaparecido pero no hacia atrás, sino hacia delante. Menos mal que iba mal...

Empieza la bajada por Marqués de Urquijo. Voy dando zancadas largas y me siento cómodo, sabiendo que ya no queda mucho. A Miguel Ángel le cuesta seguirme en la bajada, pero yo le espero. Pasamos el cartel del kilómetro 5. Menos mal que sabíamos que aún quedaban algunos metros. A partir de la fuente del paseo Camoens empiezo a esprintar con fuerza y más al ver que el reloj de meta aún está ¡¡en el minuto 18!!

Adelanto a dos o tres corredores, y cruzo la meta en 19'02". Tiempazo, aunque cuesta abajo ya podré. Miguel Ángel entra un segundo después. Estamos flipando del ritmo que hemos llevado.

Una triste medallita conmemorativa es todo el regalo que tienen para nuestra publicidad gratuita. La gente va llegando a meta, bastante bien todos. Empapados de sudor nos vamos al coche. Ya no hay más tela que cortar.

Una buena experiencia en 5 km. Ahora, a por la del Pardillo ...

jueves, 20 de septiembre de 2007

Holanda

No sé si Holanda cuenta con algún corredor importante; creo que no. Pero lo que sí que he comprobado durante mis pasadas vacaciones es que mucha gente sale a correr. Sobre todo los fines de semana por las mañanas, y los días de diario al acabar la jornada, a partir de las 6.

Es un país sin cuestas ni montañas, ni apenas un mísero repecho, con lo cual correr puede ser muy placentero o para algunos un auténtico tostón. Para mí, ni lo uno ni lo otro.

Me reconfortó el ambiente saludable al pasear por los parques y cruzarnos con tantos corredores. Y también, por qué no decirlo, me dieron envidia. Mis zapatillas de correr se habían quedado en Madrid, pero daban unas ganas de acompañarles...

martes, 18 de septiembre de 2007

Vuelta a la pista

Después de casi un mes sin ponerme las zapatillas de correr, el pasado jueves día 13 volví a los entrenamientos. Ya tenía ganas, ya.

En lo físico, me he encontrado mucho mejor de lo que pensaba. He aguantado razonablemente el no excesivo ritmo que nos ha impuesto Héctor, y en las rectas sobre la hierba me he defendido bien.

En cuanto al ambiente, se nota que la gente viene con las pilas cargadas y muy buen talante. Creo que este va a ser un buen año.

Hoy Héctor nos ha metido algo más de caña en forma de ejercicios de piernas, gradas y estiramiento por parejas. Esto no ha hecho más que empezar, pero sé que mañana habrá agujetas.

Ahí están mis objetivos: media maratón antes de terminar 2007, y bajar de 40' en los 10 km antes del verano.

lunes, 17 de septiembre de 2007

Nuestros campeones

El pasado fin de semana nuestros corredores más profesionales del club nos dieron grandes alegrías.

En el mundial de veteranos en Riccione (Italia), Juanjo terminó en 2º lugar en su categoría en la prueba de maratón; todo el entrenamiento y sacrificio de ir a la pista tantas horas en verano dieron su fruto. María, a la que estuvimos ayudando en verano a hacer series, logró su objetivo de bajar de las 4 horas, y Fernando, la máquina a la que no ayudábamos, sólo intentábamos seguir, hizo menos de 3 horas, que tampoco está nada mal, aunque él no piense lo mismo.

Y en la milla urbana de Majadahonda, Arantxa quedó primera en chicas, Isabel tercera, y María Luisa cuarta. En chicos, Brian llegó en tercer puesto. Vaya máquinas...

viernes, 31 de agosto de 2007

Descanso activo

Llevo más de quince días de completo observador, sin calzarme las zapatillas ni dar una sola zancada, salvo para coger el bus o el metro.

Me he tomado en serio esos consejos que ya había leído en publicaciones especializadas, y que también había oído a Héctor, nuestro entrenador. En un principio pensaba estar quince días sin correr, pero al final creo que va a ser un poco más. El lunes próximo parto para Holanda, y he decidido que hasta la vuelta daré descanso a mis piernas, porque lo que les espera...

Cuando ya te has acostumbrado a salir a correr varios días a la semana, se hace extraño estar tantos días sin hacerlo, y aunque a veces dan ganas, sobre todo cuando ves pasar a alguien corriendo o a nuestros atletas compitiendo en los mundiales de Osaka, viene bien parar y dedicarse a hacer otras cosas, aprovechando de paso para descargar un poco piernas y articulaciones.

Pensaba hacer varias cosas: bici, pádel, piscina... al final ha predominado la piscina. ¡Quién me ha visto y quién me ve! Me he pasado casi todo el verano sin pisar la piscina, y en apenas 10 días he nadado yo creo que más que en toda mi vida. Se ha abierto un mundo hasta ahora desconocido...

Así que voy a disfrutar de este descanso activo hasta el día 13, que volveré a pisar la pista, dispuesto a afrontar mis objetivos para esta temporada: bajar de 40' en los 10km, y antes de acabar el año, correr mi primera media maratón. Ahí es na'

jueves, 30 de agosto de 2007

Osaka (III) ¿Decepción?

Ayer salí un rato antes del trabajo sólo para llegar a casa a tiempo y poder ver en directo la esperada final de 1500. Nuestros tres mosqueteros -Higuero, Casado y Gallardo- anunciaban que algo bueno debía pasar; tantas papeletas... algún premio debía llegar ¿no?

Entrar, encender el televisor y comenzar la final, fue todo uno. ¡Venga, chicos, que vosotros podéis!

Uy, Higuero está un poco atrás ¿no? Bueno, será su táctica. Incluso el ilustre José Luis González decía que estaba bien. Casado y Gallardo, mucho mejor colocados. Esto promete...

Pero se ha quedado en promesa. Higuero no se ha metido en la carrera en ningún momento, y tanto Gallardo como Casado se han desinflado en los últimos 150 m. Eso sí, este último ha conseguido puesto de finalista (séptimo) siendo, además, el primer europeo. No es lo que esperábamos, pero...

¿Decepción? Pues sí, es el titular más fácil. Y tengo que reconocer que en un primer momento es lo que se puede pensar; hasta yo me siento un poco decepcionado. Había muchas esperanzas, pero una vez más no ha podido ser.

Veo los comentarios de la gente en la edición digital del Marca, y alucino. Mucho forofo de sillón, como dice otro, que no tienen ni idea de lo que supone estar entre los 14 mejores del mundo en la distancia; que hacen suyas las victorias cuando un español gana algo, pero que hacen leña del árbol caído y se desentienden cuando el resultado no es el esperado; que dicen "hemos ganado" con la misma facilidad que "ha perdido" o "la ha vuelto a cagar".

Algunos van más allá y cargan las tintas contra atletas que no han alcanzado la final, como Manolo Martínez, Mario Pestano, Mercedes Chilla, Penti, Concha Montaner... Sí, puede resultar decepcionante a primera vista, pero cada persona es un mundo, y más allá del frío resultado hay más cosas. Un mal día lo puede tener cualquiera. Hay otros que prefieren no competir, lo que es tan respetable como competir aún sabiendo que no estás al cien por cien. Ellos se lo juegan toda una temporada en tres saltos, tres lanzamientos, o algo más de tres minutos. La comparación con otros deportes, en este caso sí que es odiosa.

¿Quiénes éramos en el atletismo europeo y mundial hace veinte años? Ahora destacamos incluso en disciplinas que muchos ni siquiera conocían. Pero sí, como no son campeones mundiales o europeos (que algunos sí lo son), no valen nada.

En fin, que vaya desde aquí mi admiración para todos los que le han echado coraje para representar a España en los mundiales de Osaka, aunque se hayan quedado en rondas previas. Para mí siguen siendo unos campeones. Y el año que viene, espera Pekín.

Osaka (II) ¡qué grande, Mayte!


(Vídeo de la final de 800 m femeninos)

Estaba en el trabajo, pero no me olvidé que Mayte Martínez corría la final de los 800 m, y confiaba en que iba a hacer algo bueno. Quizá no llegar a las medallas, pero sí acercarse.

Es otra de las atletas que me cae bien, junto a Marta Domínguez (qué pena que no hayas podido estar en los mundiales; se te echa en falta). Se la ve con la mirada tímida, a veces algo perdida, pero vaya pedazo de atleta.

A falta de televisión, y para no cantear mucho, me conecté directamente a la web de la IAAF para ver los resultados... "¡¡ha quedado tercera!!¡¡Qué pasada!!", pensé.

Y luego lo vi en la tele. Bueno, lo vi después de un buen rato, porque la valoración que el entrenador del Real Madrid hacía del primer partido de liga era mucho más importante, al menos a criterio de la misma cadena pública que se encarga de la retransmisión de los campeonatos. ¿Pero no se dan cuenta? ¡Ha quedado la tercera del mundo en 800 m, y ha estado a 17 centésimas de batir el récord de España! Me hierve la sangre.

Pedazo de 100 m finales que se marcó la vallisoletana. ¡Olé tus zancadas, guapa!

No quiero cerrar esta zancada sin mencionar a Rosa Morató, que acabó en puesto de finalista en los 3000m obstáculos, después de haber accedido como primera en su semifinal. Otra que seguro nos va a dar alegría.

Osaka (I)


Y por fin llegaron los mundiales de Osaka. La pena es que tengan que solaparse con el comienzo de la liga de fútbol, lo que hace que la atención prestada por los medios sea, si cabe, aún menor.

En la primera jornada me quedé levantado hasta tarde, esperando al final del maratón, a ver si alguno de nuestros representantes (fundamentalmente Julio Rey) nos daban la primera alegría con alguna medalla o, al menos un buen resultado. No empezó con buen pie la cosa, aunque el décimo puesto de Chema Martínez (qué bien me cae ese tío) es digno de mención. A partir de ahora sólo se va a dedicar al maratón. Mucha suerte, Chema. Julio Rey abandonó, y José Ríos, que al parecer apuntaba alto durante la primera mitad de la carrera, terminó en el 17º puesto.

La noche siguiente, la misma historia. Esta vez, esperando a uno de los seguros del equipo: Paquillo Fernández. No pudo con el ecuatoriano Jefferson Pérez, pero sí sacó fuerzas en la última recta para lograr la medalla de plata al superar al hasta entonces segundo clasificado. Me acosté con amargura al saber que le habían descalificado, aunque no se sabía muy bien por qué; lo asumió como pudo, aguantando el tipo frente al micro. Afortunadamente, el recurso prosperó, como no podía ser de otra forma, y unas horas después pudo colgarse al cuello su merecida medalla. ¡Bravo, Paquillo!

Seguro que mucha gente se cabreó con él cuando supo que le habían descalificado. "Tendrías que haber asegurado la plata; por avaricia, te quedas sin nada". Y es que somos muy listos. Correr parece tan fácil... eso lo hace cualquiera. Sí, cualquiera. Que me lo digan a mí, que en 10km corriendo hago peor tiempo que Paquillo marchando. Estoy seguro de que si él no lo hubiera visto claro, no habría hecho ese esfuerzo final, que quedar 3º del mundo no es ninguna tontería.

Pero es que en este país somos así. Sólo vale el resultado. Si gana medalla, qué buenos somos todos; si queda por detrás, aunque sea en posición de finalista, es poco menos que una mierda, con perdón. ¿Realmente nos damos cuenta del mérito que tiene estar entre los mejores del mundo? No, sólo nos vale enfundarnos la roja para animar al equipo de fútbol, que lo más que consigue es quedar entre el 5º y el 8º, siempre, pero eso no nos importa. Dudo que esto cambie alguna vez. Es poco probable que en este campeonato consigamos un oro, pero aunque así fuera, cualquier noticia futbolística relegaría semejante éxito a un segundo plano.


A veces no sale como esperas

Trofeo San Lorenzo. Madrid. 29 de julio

Bueno, pues aquí estaba yo de nuevo, dispuesto a correr por segundo año el trofeo San Lorenzo. Es una carrera bonita, de esas que da gusto correr, fundamentalmente por el recorrido que transcurre por zonas emblemáticas de Madrid como la Puerta de Toledo, el Palacio Real, la Puerta del Sol... en fin, una delicia.

Inconveniente, en la fecha que estamos, y como no podía ser de otra forma, el calor. A pesar de que la salida sea a las 9 de la mañana, el sol se deja notar y bien, y todos vamos buscando la sombra de árboles y edificios.

No recordaba el tiempo que había hecho el año anterior, pero partía con la intención de bajarlo, acercándome a los 42 minutos. Pero qué locura. Si lo hubiera pensado un poco.

Sí que es cierto que no descansé lo que debía, y el meterme en poco más de día y medio entre pecho y espalda más de 1000 km de coche supongo que tampoco ayudó. El caso es que tampoco me encontré demasiado cansado durante la carrera, y hasta dosifiqué en las subidas, para evitar cebarme, pero no sé qué pasó. Hice casi cuatro minutos más que el año pasado, a pesar de que mis sensaciones fueron mucho mejores, sobre todo en los últimos kilómetros. En fin, hay días que no sale como esperas. Creo que el año que viene intentaré mirar menos al suelo y disfrutar más del recorrido.

miércoles, 1 de agosto de 2007

Reunión de Atletas (y II)

Meeting de Madrid. Estadio de Vallehermoso. 21 de julio.

Y ahí estábamos, en un lugar privilegiado para seguir una prueba que a priori no pensé que me fuera a aportar tanto. Fue un descubrimiento muy afortunado.

Lo primero fue ver llegar caras conocidas, de esas que suelen verse en la tele en las grandes competiciones: nuestras saltadoras Ruth Beitia y Marta Mendía, y algunas de las mejores saltadoras extranjeras. Reconozco mi ignorancia, pero sí que me sonaba la sueca Bergqvist, una de las más grandes, aunque a tenor de su estatura nadie lo diría.

Igual que las lanzadoras de jabalina, llegar, dejar en el suelo las mochilas y comenzar su particular ritual, fue todo uno. Algunas sacaban cintas métricas para marcar al milímetro sus referencias; otras preferían un método más tradicional midiendo pasos. Las caras de concentración y, por qué no, ciertos nervios ya se empezaban a adivinar.

Comenzó el calentamiento; cada una a su manera. Me hacía gracia ver cómo se aproximaban al listón y justo al llegar delante giraban y seguían corriendo hasta completar un semicírculo; me impresionó Ruth Beitia cuando saltó a tijera el listón, que aunque más bajo de lo normal, no dejaba de estar a una altura considerable. Después de cada salto preparatorio, algunas buscaban a su entrenador para hacer ajustes de última hora. Y mientras tanto, como en un mundo aparte, Kaijsa Bergqvist. O al menos esa fue la impresión que me dio mientras estiraba, o levantaba la mano reclamando su turno en cada salto de calentamiento.

Y comenzó la competición. Algunas lo tenían desde el principio más complicado, porque entre tanta figura... pero ahí estábamos nosotros, el público, animando con nuestras palmadas y dando el último empujón en el aire.

Y hay que decir que dio resultado, o al menos eso parecía a ratos.

El listón iba subiendo, y las saltadoras iban cayendo poco a poco. Como era de esperar, quedaron para el final las mejores. Para mi sorpresa, Bergqvist cayó la primera entre las favoritas. Después Ruth Beitia. Entonces ya sólo quedaba la croata Vlasic. No le había prestado mucha atención hasta entonces, pero es que apenas la conocía, y no podía imaginar lo que nos tenía reservado.

Sabiéndose ganadora, y viendo la facilidad con la que iba superando las sucesivas alturas, decidió ir más allá. Subió el listón hasta 2'05, lo que de superarlo, suponía la mejor marca mundial del año, a sólo 4 cm del récord mundial de Kostadinova, que consiguió hace la ya la friolera de 20 años.

Aplaudimos, aplaudimos. Era un momento emocionante, ¡¡y lo superó!! Allí estábamos, emocionados con el salto de esta espigada atleta de 23 años, que miraba a su entrenador buscando aprobación, mientras le indicaba a los jueces que esperaran, porque a lo mejor aún quedaba algo más por hacer.

Entonces nos anunciaron que Blanka Vlasic iba a intentar un salto sobre 2'10, es decir, iba a por el récord del mundo. ¡¡Qué emoción!! Preparamos nuestras manos para aplaudir con más ritmo y más fuerza que nunca... ¡madre mía, como lo bata!!

No alargaré el relato mucho más. Hizo nulo en sus tres intentos, aunque estuvo a puntito, pero todos nos fuimos con una oleada de emoción en el cuerpo y una gratitud por su esfuerzo, que al menos en mi caso, difícilmente olvidaré.

Profesionales, amateurs, populares, pero todos Atletas, con A mayúscula.

miércoles, 25 de julio de 2007

Reunión de Atletas (I)

Meeting de Madrid. Estadio de Vallehermoso. 21 de julio.

Como es bien sabido, llevo poco tiempo metido en esto del atletismo; no sé si alguna vez tuve oportunidad de asistir a alguna reunión (también llamada meeting) cuando aún estaba en el colegio, pero el caso es que hasta este pasado sábado nunca había ido a una.

Así que esta era la primera vez, y por partida doble: primera reunión de atletismo, y primera visita al estadio de Vallehermoso. Siempre había oído hablar de este mítico recinto atlético de la capital, y hasta había pasado por delante en alguna ocasión, cayendo en la cuenta de dónde se encontraba, pero nunca había entrado a verlo.

Esta reunión era la despedida oficial del estadio tal y como se conoce ahora. En septiembre será demolido, y cual ave fénix, de sus cenizas -o escombros- surgirán unas nuevas instalaciones, más acordes con los tiempos actuales y el proyecto olímpico en el que, de nuevo, se ha embarcado la ciudad de Madrid.

Tengo que decir que en mi estreno no estuve solo. El club puso a disposición de los que quisiéramos un autobús, y allá que fuimos unos cuantos atletas, incluidos nuestros dos presidentes, el oficial (Antonio) y el de honor (Chema). Buen ambiente, un café o refresco al bajar, y de ahí directos al estadio.

Había ambiente, sí, pero a la hora que llegamos (alrededor de las 6) tampoco se notaba demasiado. Ya había corredores populares compitiendo en las distintas pruebas organizadas a modo de aperitivo. Nos fuimos a la sombra de una de las curvas para poder aguantar bien las horas que nos esperaban.

Incluso un compañero del club, Iñaki, compitió en los 1500 m. Contaba después lo bonito de la experiencia, calentando cerca de auténticas figuras del atletismo tanto nacional como internacional, viviendo el ambiente de la competición profesional, aunque fuera a cierta distancia... qué envidia.

Las primeras competiciones fueron triple salto masculino y jabalina femenina. Los saltadores nos pillaban un poco más lejos, e ir a verlos a la contrarrecta suponía una más que probable insolación, a pesar de la gorra. Así que, aunque algunos valientes sí se fueron, yo me quedé viendo a las lanzadoras ¡Menuda planta! Me resultó muy curiosa la manera en que preparan la competición, la forma de hacer sus señales en el suelo, marcando su territorio... todo un ritual. Pero aún no había visto nada.

Mientras llegaba el turno de los lanzadores de peso, las competiciones de populares daban paso a otras ya más profesionales, aunque de categoría B. Para mí, sean A, B, C o lo que sea, están a años luz. Son auténticos atletas.

Podría seguir contando cosas acerca de otras carreras que vi, pero me voy a quedar con la competición que viví más de cerca: el salto de altura femenino. Aunque eso será en la próxima zancada.

viernes, 20 de julio de 2007

Ayudando...

Son muchos los días de entrenamiento, al menos en las últimas semanas, en las que tras el calentamiento inicial y los ejercicios de técnica de carrera, Héctor nos divide en grupos para que ayudemos a una determinada persona que está preparando tal o cual competición o campeonato.

Creo que ya decía en una zancada anterior que lo de ayudar es relativo; depende de a quién te toque ayudar y de qué manera. Cuando son Iñaki o Fernando, la cosa es complicada y no sé hasta qué punto ayudamos.

Esta semana le tocó el turno a María, que está preparándose para intentar bajar de 4 horas en el próximo campeonato mundial de maratón para veteranos que se disputará en Italia el próximo mes de septiembre.

El jueves de la semana pasada nos tocó echarle una mano con una serie de dos tres miles. Pedro, que aún anda calibrando su nuevo juguete -una especie de sensor que se coloca en el pie y se comunica con el pulsómetro- se encargó de llevarnos al ritmo que nos indicó Héctor. El problema fue que el ritmo no era el adecuado para María, y el primer tres mil lo acabó bastante mal, y echando pestes por la boca. En el segundo bajamos el ritmo, y se hizo mucho más llevadero. (el primero a 4'20" y el segundo a 4'50"-5'00")

El martes no nos tocó ayudar a nadie, y nos dedicamos a hacer dos bloques de 400, 300 y 200, con un minuto de recuperación entre serie y serie. Son distancias cortas, sí, pero se hace duro, la verdad. Miguel Ángel, que volvía con muchas ganas después de sus vacaciones, y un par de chavales que derrochan energía por su juventud marcaron diferencias.

Ayer jueves volvimos a la carga con María, esta vez con una serie de tres dos miles. Yo me declaro bastante inútil para marcar un ritmo constante, así que menos mal que estaban Miguel Ángel al principio, y Bryan al final para tirar de María. Yo me mantuve a su lado las dos primeras repeticiones; en la tercera dijo que prefería que fuera delante, así que hice de enganche entre Bryan y ella. Se hizo un poco duro lo de correr con el olorcillo de la barbacoa que estaban preparando justo a la salida de la pista. No es justo :o)

Se hace lo que se puede, y si sirve de ayuda para que consigan su objetivo, doy por buenos los entrenamientos.

Otras formas de entrenar


Porque no sólo de carrera a pie vive el corredor, durante dos fines de semana consecutivos me fui un día cada vez con Ana a su territorio, esto es, a la montaña.

Primero hicimos una marcha a pie desde La Barranca hasta La Maliciosa, bajando luego por un camino distinto (soy malo para los nombres, lo siento). La ascensión no daba muchos respiros; me pregunto cómo pueden recorrer esos caminos los corredores de montaña. Por norma general soy bastante perezoso para este tipo de marchas, pero hay que reconocer que cuando llegas arriba, merece la pena lo que se ve.

Curiosamente, cuando llegamos a Maliciosa a la hora y tres cuartos de haber salido, nos juntamos con bastante gente, como si hubiéramos quedado en ese punto a esa hora.

Luego el descenso fue agradable, aunque ya se dejaba notar el calor. Y quitando mi mala suerte con el coche, la verdad es que fue una excursión bonita.

El fin de semana siguiente nos fuimos a La Pedriza con las bicis, a hacer el camino conocido como "Las zetas". Aproximadamente 29 km, de los cuales alrededor de 11 eran de subida, tampoco demasiado pronunciada. A pesar de ser pronto y no hacer excesivo calor, las moscas nos estuvieron dando la tabarra durante todo el ascenso. Cuando llegamos al punto más alto del recorrido (mirador de ... otro nombre que he olvidado) descubrí con sorpresa que Maliciosa estaba realmente cerca.


El descenso para mí suele ser lo más duro. Reconozco que bajo con miedo; las caídas que he tenido hasta ahora me condicionan, lo sé. Esta vez parecía que me iba a librar, pero prácticamente en la última curva -tiene bemoles la cosa- me encontré con una curva con demasiadas piedras sueltas y caí con todo el equipo, como suele decirse, aunque mejor sería decir que caí con todo el costado derecho. El golpe en la cadera fue bastante doloroso, sobre todo los días siguientes; pero podría haber sido peor.

En definitiva, dos actividades que ayudan a que la carrera a pie no se vuelva rutinaria. No está mal variar de vez en cuando.

lunes, 18 de junio de 2007

Corriendo bajo la lluvia

Trofeo San Antonio de la Florida. 17 de junio

Estaba nervioso, lo confieso. Se trataba de la primera carrera popular que corría desde hacía muchos meses, y también la primera desde que entré a formar parte del club. ¡Qué nervios!

Habíamos quedado en la pista de atletismo del club una hora y media antes de la salida, para que luego no se nos echara el tiempo encima. El día parecía que no nos iba a acompañar demasiado. En ese momento no llovía, pero lo había estado haciendo antes y, como contaré luego, también lo haría después.

Nos dividimos en coches y nos dirigimos al lugar de la carrera. En nuestro coche, además de Ana (que esta vez no corría; la media maratón todavía le pasa factura en una de sus rodillas) y de mí, iban Mari Luz, Mari Ángeles y Bryan.

Llegamos con bastante tiempo. Miguel Ángel, que se había encargado de hacer las inscripciones, tenía nuestros dorsales. Luego, cada uno se encargó de recoger su chip. Y a calentar.

Yo me encontraba aún dolorido por la sesión con el fisio y el esfuerzo del jueves, pero tenía muchas ganas de volver a correr un diez mil, aunque no sabía qué tal iba a aguantar.

Buen ambiente, y primera novedad: compartir la salida con bastante gente conocida. Paco, José Luis -que corría su primer diez mil-, Miguel Ángel y Pedro -que enseguida nos dejaron para marcar de cerca a Ángel, que se había colocado delante- ... En fin, me gustó la sensación de comenzar la carrera de esa manera tan desenfadada.

Señal de salida, y cuesta abajo, que así da gusto empezar. Dedicamos los primeros metros en no perder de vista a Miguel Ángel, pues pensábamos que iba a llevar un buen ritmo (por debajo de 4'30" el km) y estaría bien seguirle. En cuanto nos enganchamos a él, más tranquilos. Con Pedro y Ángel, a pocos metros por delante, disputando su pique particular.

La primera vuelta estuvo bastante bien. Sólo el repecho de algo más de un kilómetro que desembocaba junto a la zona de meta se nos hizo más duro. Suerte que Teo y Ana estaban ahí, sacando fotos y dando ánimos, que no veas cómo se agradece. Pero aún nos quedaba una vuelta.

Pedro se había quedado, y Miguel Ángel estaba concentrado en no dejar escapar a Ángel. Cuando comenzamos la segunda vuelta, le superamos, pero al iniciar la primera bajada, le vimos superarnos con sorprendente facilidad. A partir de ahí comenzó mi particular calvario. Bueno, tampoco es para tanto, pero de alguna manera hay que referirse a los kilómetros que siguieron hasta la llegada.

Un pequeño repecho antes de llegar a la cuesta de San Vicente me mató. Coincidió con una racha de viento de cara, y me dejó tocado. Además, poco después comenzó un diluvio que nos acompañó hasta el final de la carrera. La recta que constituía el paseo de La Florida y la Avenida de Valladolid se hizo eterna y encharcada, pero aguantamos. La segunda y última subida me remató, y a pesar de los ánimos, cuando pasamos el kilómetro 9, me hundí al ver lo que faltaba aún: una larga contrarrecta, un giro y la recta de meta.

Le dije a Miguel Ángel que tirara, porque yo no podía con mi alma. José Luis se había quedado durante la subida, y del resto no sabía. No me detuve, aunque estuve a punto. La gente me iba pasando. Incluso Ángel y otro del club (no recuerdo su nombre). Yo les dí ánimos, pero no podía con mi alma.

Pero en la recta de meta no sé qué me pasó, que las fuerzas me volvieron, y esprinté. Superé a los dos compis que me habían rebasado unos metros antes, y llegué a la meta calado hasta los huesos, el 272 de cerca de 1000, en 44'46", a 21" de Miguel Ángel.

Lo mejor, sin duda, la barbacoa de después...

viernes, 15 de junio de 2007

Fisioterapia y series

Ayer tuve mi primera sesión con fisioterapeuta desde que empecé a correr. En el club me recomendaron ir para completar la recuperación de mi lesión muscular en el gemelo. Y yo, que soy obediente, allá que fui.

Me tocó con Carlos, un tipo simpático y con unas manos... madre mía, me dejó roto, roto. Que si ultrasonido, que si masaje, que si electroestimulación... Todo nuevo para mí, y sensaciones parecidas a cuando estaba lesionado, con el gemelo más tieso que un muerto.

Tan dolorido estaba, que no me quedó más remedio que preguntarle si podía entrenar a continuación, como tenía previsto. "Sí, por supuesto, sin problema. Precisamente ahora lo tienes caliente..." ¿Caliente? No sé si esa es la palabra que elegiría para describir el estado de mi gemelo. En fin, si él lo dice.

Y cuando salía, pedazo chaparrón que cayó. No estaba seguro de que fuéramos a entrenar, al menos en la pista. Y pensar en meternos todos en el gimnasio, tan chiquito... Nada, nada, hay que ir, y a ver qué me cuentan.

Paró de llover, y salimos a dar vueltas por la pista, que no sé si sería mejor llamarla piscina. Un poco de técnica de carrera, y otra vez a dividirse. Esta vez era Fernando el que necesitaba ayuda -es un decir- en series de 600 metros, mientras que Antonio iba a dedicarse a hacer series de 200. Con mi gemelo dejándose notar, opté por probar velocidad.

Es duro. Un esfuerzo mantenido durante 200 metros, que no parece demasiado, se me hizo duro. Pero ahí estuve, bajo de forma, pero aguantando. Lo mejor de todo fue cuando Antonio me hizo notar que le estaba ayudando. Yo, que no sé medir ni ritmo ni na' de na', me puse la mar de contento sintiéndome útil.

No sé hacia donde tiraré. Siempre me ha gustado más el fondo, y creo que la velocidad ya me viene un poco tarde, aunque no está mal hacer unas cuantas series de éstas de vez en cuando. Pero es duro, muy duro...

martes, 12 de junio de 2007

Tres series de 500


Hace una semana estuve entrenando en el club, como hago todos los martes y jueves. Después de las preceptivas vueltas de calentamiento, hicimos un poco de técnica de carrera, y al final de la sesión los entrenadores nos propusieron que nos dividiésemos en dos grupos de ayuda. Unos harían series de 500 m para el medio fondo, y los otros series cortas (de 150 a 80 m) centradas en la velocidad. Lo de grupos de ayuda es porque en ambos casos se trataba de ayudar a dos compañeros -Iñaki y Antonio- a preparar la competición del sábado siguiente: el campeonato de España de veteranos, que además se iba a celebrar en las instalaciones del club.

Dudé un momento, sí, pero sólo uno, y muy breve. Pensé que en pleno proceso de recuperación no me convenía meterme en temas de velocidad, básicamente por una cuestión de confianza. Así que, como tantos otros, opté por ayudar a Iñaki a preparar sus 1500 m con tres series de 500, a un ritmo aproximado de 1'40" la serie.

Ni que decir tiene que lo de ayudar es sólo una forma de hablar, porque en ningún momento estuve en el grupo de cabeza. La primera serie no fue mal del todo; la segunda, mortal, además de que decidí no forzar y reservar un poco para la tercera, que tampoco estuvo mal del todo. No sé el tiempo que hice en las dos primeras. En la tercera fue 1'45", con la lengua fuera, y haciendo un verdadero esfuerzo los últimos 200. Poca cosa, si tenemos en cuenta que la última serie de Iñaki fue 1'29".

Parece una tontería, pero esto de las series es duro. Y más cuando llevas tanto tiempo sin correr y estás bajo de forma.

A ver qué nos tienen preparado hoy nuestros queridos entrenadores...

lunes, 11 de junio de 2007

Corriendo en buena compañía

Bueno, pues parece que la luz al final del túnel apareció por fin, y la lesión en el gemelo va quedando atrás.
Poco a poco me he ido incorporando con el resto del grupo a los entrenamientos en el club. Al principio con algo de miedo, sobre todo al saltar, procurando no forzar en exceso, y luego ya con más confianza.

Parece que la pierna responde bastante bien. Podría decir que las malas sensaciones y pequeños amagos que me han acompañado al comienzo de mi andadura en el club prácticamente han desaparecido. Espero que este jueves, con la visita al fisioterapeuta, el tema quede zanjado.

Hace algunos días, durante un entrenamiento, Chema -el presi- propuso que nos juntáramos para salir a rodar algunos domingos por la mañana. Aparte de los claros beneficios que nos reporta el rodaje, parece una buena forma de dar a conocer el club a personas que aprovechan las mañanas del domingo para salir un rato a correr, como le sucedió precisamente a José Luis, que conoció el club mientras corría por el Monte del Pilar y se encontró con Chema.

Así que unos días después, al acabar otro entrenamiento, la idea se concretó en forma de cita para el domingo siguiente, a las diez de la mañana. Buena hora.

Yo sólo llevaba un par de entrenamientos con el resto del grupo, pero puesto que pienso correr el próximo domingo la carrera de San Antonio de La Florida (10km) me apunté. Tengo que reconocer que me pudieron las ganas, porque mentalmente no las tenía todas conmigo. Pero es que me cuesta tanto decir que no...

Así que como no sabía muy bien llegar al punto de encuentro, quedé unos minutos antes con José Luis frente a su casa. Comenzamos a trotar tranquilamente hasta que llegamos a la verja de entrada al Monte del Pilar, donde nos encontramos con Paco. No sé cuántos años tiene, pero es de esas personas que al verlas no puedes evitar preguntarte si cuando llegues a su edad tendrás la mitad de energía y capacidad para seguir corriendo que tiene él. Al poco llegaron Isabel y Alberto, y ya sólo nos faltaba Pedro para completar el grupo. No se esperaba a nadie más.

Y nos pusimos en marcha. A ritmo tranquilo, disfrutando del maravilloso día y, sobre todo, del maravilloso entorno. Era la primera vez que corría por allí, y creo que la primera vez que salía a rodar con tanta gente. Se nota mucha diferencia a hacerlo solo. Diferencia a mejor. Para hacerse una idea, íbamos hablando mientras corríamos. De esta forma, vas cubriendo metros sin apenas darte cuenta, y qué quieres que te diga, se disfruta mucho más.

Cuando llegó la primera cuesta un poco pronunciada, me junté con Isabel, nos quedamos un poco retrasados, y fuimos hablando. Me contó sus andanzas como atleta, y su última aventura en los 101 km en Ronda. Alucinante. Quizá algún año pruebe...

Tanta subida y bajada, y encima hablando, creo que pudieron con ella, y decidió darse la vuelta un poco antes. Yo me uní al resto del grupo, y ya marchamos juntos hasta volver al punto de partida.

En total, algo más de 50', que aguanté no demasiado mal para la falta de costumbre, aunque me salieron dos ampollas -una en cada pie, y curiosamente en el mismo sitio-.

Una experiencia más que recomendable, y que espero repetir en breve...

jueves, 17 de mayo de 2007

Club

Antes de ayer comencé una nueva etapa como corredor popular. Me inscribí en el club de atletismo Majadahonda (www.atletismomajadahonda.es), y tuve mi primera sesión de entrenamiento.

Hace justo una semana estuve en las instalaciones, donde Chema, el presidente, estuvo enseñándome un poco el club y me contó lo que allí se hace, y cuál es la filosofía que les mueve. No necesitaba que me convenciera, pero por si acaso, no hay duda de que con todo lo que me contó, lo hizo.

Hay gente de todas las edades practicando atletismo. Desde chavalines pequeños hasta gente de... bueno, de taitantos. Y la verdad es que me encanta. Entras en la pista, y se respira un ambiente sano y alegre. Por supuesto, los hay que se lo toman más en serio; otros que sólo van a divertirse un rato, o que simplemente quieren cuidarse un poco. Da igual el motivo; lo importante es estar.

Yo me he apuntado al grupo de populares que entrena los martes y jueves de 18:30 a 19:30. Aunque todavía no puedo correr, y tengo que ver cómo el resto trota, salta, y me pasa mientras yo camino sobre la hierba que rodea a la pista, con la consiguiente envia, sí que he podido compartir con el resto la parte de gimnasia: abdominales, fondos y lumbares. La técnica de carrera -qué ganas tengo- tendrá que esperar.

Chema me dijo que también me pasara por la pista ayer miércoles. Seguí andando y luego estuve haciendo gimnasia con barra de pesas. Hoy toca de nuevo entrenamiento oficial, y a seguir poco a poco con la recuperación.

No quiero depositar toda mi esperanza en esta nueva etapa, para no llevarme ningún chasco, pero tengo confianza en que este paso me va a traer muchos beneficios. El tiempo lo dirá

miércoles, 25 de abril de 2007

Desde la barrera

Media maratón de Calatayud. 21 de abril

Iba a ser mi primera maratón. La mía, y también la de Ana. Por su parte, lo fue; por la mía, ya es otro cantar. La inoportuna lesión en el gemelo, no curada a tiempo, tuvo la culpa.

Así que no quedó más remedio que ir de acompañante. Es la historia de mi vida...

En fin, llegamos a Calatayud a primera hora de la tarde. Aunque no iba a correr, no perdí ocasión de recoger el dorsal, el chip, y la bolsa del corredor, cargada con productos de la tierra: vinito rosado y mermelada ecológica. No sé de qué plan de entrenamiento han sacado este menú, pero me gusta.


Haciendo tiempo hasta que llegara Quique, nuestro contacto en Calatayud, nos dimos un paseito por las calles. Después, cuando llegó Quique, tomamos café, nos fuimos al polideportivo para que Ana se cambiase, y de vuelta al circuito, donde ya empezaba a respirarse el ambiente de carrera.

Calentamiento -ella, por supuesto- y a las 6, salida. Menos de 200 corredores. La verdad es que esperaba más participación pero, qué quieres que te diga, mucho mejor así.

Y a partir de ese momento comenzó mi labor de reportero. Afortunadamente para mí el recorrido tenía muchos giros, cercanos entre sí, lo que permitía desplazarme rápidamente de una zona a otra, y llegar antes de que pasase Ana. Fue una experiencia bonita, si no fuera porque me moría de envidia, sabiendo además que había perdido una buena ocasión para estrenarme en la media.

Ana se buscó una compañera de ruta, y allá que fueron las dos juntas más de la mitad del recorrido. Los primeros, auténticas bestias; o al menos para mí. Menos de 70 minutos en cubrir la distancia. A Ana le llevó sólo un poquito más, y al final llegó a la meta antes de que se cumplieran las 2 horas.

Es duro ver los toros desde la barrera, la verdad. El año que viene espero estar en el ruedo, rodando...

domingo, 15 de abril de 2007

Pues va a ser que no


Parece que mi primera media maratón tendrá que esperar. Es lo que tienen las lesiones. Sabes cuándo comienzan, pero a veces no eres capaz de prever cuándo acabarán.

Así son las cosas. Después de varios días (ocho) sin salir a correr, hoy he decidido probar suerte para ver si esta semana podía recuperar un poco de forma para afrontar con cierta dignidad los 21097 metros que me esperaban.

Antes de salir he estirado a conciencia, y tengo que decir que las primeras sensaciones no eran buenas, aunque lo he atribuido más al miedo que a otra cosa. Cuando he salido, me he sentido bien, aunque a los pocos minutos me he notado francamente muy falto de forma, algo en lo que seguro que el catarro de esta semana tiene que ver.

El día acompañaba, y me he lanzado sin miedo. Pero de repente, la primera molestia en el gemelo, la primera duda en la cabeza, y no sé si la unión de ambas ha desencadenado el pinchazo que me ha hecho parar en seco. Y se acabó. No hay más que hablar. Descartado para el sábado. Tocará ir de excursión a Calatayud, a apoyar a Ana. Otra vez será.

lunes, 9 de abril de 2007

Integración. Falta mucho aún, pero es un comienzo

I Carrera por la integración. Majadahonda. 25 de marzo.

Cuánto tiempo sin participar en una carrera popular. Esta vez fue de casualidad y por los pelos. Haciendo la compra vi el cartel que anunciaba la primera edición de la Carrera por la Integración. 7 km por las calles de Majadahonda, un pueblo que está justo al lado de donde vivo. "¡Qué bien!", pensé. Y cuando vi la fecha... "¿mañana? Bah, seguro que ya no me puedo apuntar" De todas formas, consulté la web y ¡bingo! Aún tenía unos minutos para acercarme a la pista de atletismo desde donde se iba a dar la salida al día siguiente.

Llegué por los pelos, pero llegué. Pude hacer la inscripción, y allí mismo me entregaron la bolsa del corredor (hasta ahora creía que se entregaba siempre al acabar), dorsal y chip incluídos; mejor, así no hay que andar recogiéndolo antes de la carrera.

Hubo buen ambiente en la carrera; mucha participación, aunque no se llegó a los mil corredores que la organización se había planteado como objetivo. Hay que decir que como el nombre indica, esta carrera pretendía ser una fiesta de la integración, dando cabida a la participación de todo tipo de personas de diferente nacionalidad, raza, condición física, social... Creo que ese objetivo sí que se logró. Como en tantas carreras populares se vio un hermoso mosaico de participantes de distinta condición.

Lo de menos fue la carrera en sí. Quizá la fecha escogida, coincidiendo con el cambio de hora, no favoreció la presencia de gente animando en las calles de Majadahonda. Una lástima, porque al menos a mí, cuando estoy corriendo, es una de las cosas que más me anima.

Mi impresión es que faltó un poco de ambiente, y que al final la fiesta que se pretendía quedó un poco descafeinada, a pesar de ser domingo por la mañana, día soleado, con todos los ingredientes para pasarlo bien. De cualquier forma, es un buen comienzo. Espero que el año que viene esto siga adelante. ¡Ánimo!


Casitriatlón


Esto de los blogs puede resultar agotador. Sobre todo si después de escribir durante veinte minutos, en el momento de salvar el post, te equivocas, la cagas, y toda tu inspiración se va al garete. Una lástima, porque me había quedado estupendo :( Intentaré, al menos, acercarme a lo escrito antes.

Se acerca el primer medio maratón. Está a la vuelta de la esquina. Día 21 de abril en Calatayud (Zaragoza). ¿Por qué ese? ¿Y por qué no?

Ya estamos apuntados, y debemos llegar preparados. Sin embargo, yo llevo casi dos semanas parado, por culpa de los gemelos de mi pierna izquierda, pero también por culpa de mi tozudez, que me impidió decir basta un rato antes, además de no jugar al día siguiente un partido de pádel perdido de antemano.

El sábado pasado intenté correr un rato para ver si el descanso había surtido efecto, pero a los cinco minutos tuve que parar, dar media vuelta, y regresar andando por donde había venido. Negro panorama; empiezan las dudas, y descarto participar el póximo domingo en la carrera popular de Colmenarejo.

Siguiendo el consejo de Ana, hoy he sustituido la carrera a pie por la bici de montaña. Nada mejor para no perder fondo y fortalecer las piernas, hartas ya de tanto parón. Hacía algo así como tres meses que no montaba, pero tampoco es que haya notado en exceso la inactividad. He subido bastante bien el puerto que hay de camino a Colmenarejo, pese a que mi bici se empeña en no dejarme poner el plato pequeño (recordatorio: llevarla a revisión, que ya le toca a la rebelde)

En este punto hay que decir que la climatología hoy era la propia de la época en la que nos encontramos: primavera, abril... todo dicho: cielos negros, tormentas, etc. Aún así, yo, que soy más chulo que nadie, he pensado que podría subir y bajar antes de que me pillara algún más que previsible aguacero. Menos mal que no me he dedicado a los pronósticos climatológicos.

Cuando llegaba al final del puerto, las cuatro gotas que llevaban varios minutos acompañándome han pasado de cuatro a ocho, luego, dieciséis, treinta y dos... ¡¡¡dos mil millones!!! He tenido el tiempo justo para ponerme el chubasquero, la braga, y empezar el descenso con más miedo que vergüenza. El mal estado de la carretera, el viento y la lluvia que a cada metro arreciaba cada vez más, me lo han hecho pasar francamente mal. Aunque no todo ha sido malo.

Sabía que no tenía más remedio que tirar pa'lante, apechugar y seguir bajando como buenamente pudiera, porque apenas podía ver con tanta agua acribillándome los ojos. Ha habido un momento en el que apenas veía el campo; todo era gris: nubes y lluvia, mucha lluvia.

Cuando he terminado el descenso he podido notar realmente lo calado que estaba. Mis zapatillas hacían un sonido parecido a chof-chof. Las piernas me pesaban, y no por el esfuerzo, sino por la enorme cantidad de agua acumulada en los desafortunados pantalones de chándal que he decidido ponerme. No quedaba otro remedio; a poco más de dos kilómetros de casa, lo único que podía hacer era pedalear con todas mis fuerzas, rezando para que el camino que había decidido seguir no estuviera excesivamente embarrado.

Ha habido suerte, y quizá ese momento ha sido el mejor de todos: mientras pedaleaba como si me fuera la vida en ello, la lluvia comenzaba a remitir, y me sentía cada vez mejor, supongo que en parte por el calor que generaba mi cuerpo a causa del esfuerzo.

Por fin he conseguido llegar a casa, calado como no recordaba en mi vida, y hasta arriba de barro. Flaco favor le he hecho a mi cuerpo, que lleva todo el día luchando contra un principio de constipado que no sé si me acabará venciendo. Suerte que Ana me ha puesto las pilas, obligándome a darme de inmediato una ducha caliente y reparadora.

Al final, a falta de carrera a pie, puedo decir que hoy he disputado mi primer casitriatlón...

sábado, 24 de marzo de 2007

Semana ¿?

Ya he perdido la cuenta de qué semana es. Ahora más bien debería contar los días que faltan para llegar a la media maratón. Demasiado descontrol las últimas semanas, lo que no significa que no haya salido a correr.

Parece que al final la elegida va a ser la media maratón de Calatayud, el 21 de abril; la de Madrid, que es dentro de 8 días, tendrá que esperar al año que viene.

sábado, 10 de febrero de 2007

Semana 5

Esta semana no ha sido tampoco demasiado buena en cuanto a mis deberes como corredor. Sólo hice las series del martes. El jueves me las salté, y aunque el viernes y el domingo jugué al pádel, no puedo evitar un cierto sentimiento de culpa, porque sé que estoy flaqueando. He decidido no precipitarme, y dejaré pasar sin correr el medio maratón de La Latina.

Semana 4

Dicen que lo importante no es como empiezan las cosas, sino como acaban. Lo cierto es que esta cuarta semana no ha sido precisamente de las mejores. El trabajo ha sido la barrera (y también la excusa) para no cumplir con el entrenamiento previsto.

Sea como fuere, el fin de semana salí a hacer el rodaje largo. Por fin el invierno había llegado, y me abrigué convenientemente, dispuesto a disfrutar de la siguiente hora y media mientras devoraba los caminos de tierra de mi pueblo.

Me encontré a gusto, pero lo que más me hizo disfrutar fue recorrer caminos que hasta ahora apenas conocía, abriendo así nuevas rutas para los rodajes largos.

Estoy de acuerdo: lo importante de esto es cómo acaba...

lunes, 22 de enero de 2007

Semana 3


Ha sido ésta una semana bastante completa. El martes tocaban series, pero como me parecía poco hacer sólo dos series de dos minutos para un total de 40 minutos de ejercicio, opté por modificar un poco el asunto y hacer cuatro series a ritmo 70-80% y otra más al 80-85%, y me encontré bastante bien.

El jueves tocó ejercicio suave, y lo pasé sin pena ni gloria. Sí, ya lo sé, me falta paciencia, pero al final siempre "obedezco" y me mantengo a ritmo bajo, lo cual siempre agradezco. Algún día aprenderé a controlarme yo solito :o)

Como sabía que el domingo iba a jugar al pádel, adelanté al sábado el día de rodaje largo. Una hora y cinco minutos también a ritmo suave, aunque los últimos minutos me permití el lujo relativo de subir un poco el ritmo. En general me encontré bastante bien, y el día acompañaba, y mucho. Hay mucha diferencia entre correr de día y de noche, aunque el tema de los perros...

El domingo, pádel durante dos horas. No puedo decir que acabe la semana cansado; más bien al contrario, volver a coger ritmo de ejercicio noto que me viene muy bien.

Me estoy planteando una especie de test dentro de algo más de un mes en la media maratón de La Latina. El recorrido está bastante bien, y quizá sea una buena ocasión para tomar contacto con el medio maratón. Pero es algo que aún tengo que pensar.

lunes, 15 de enero de 2007

Semana 2


Sigo con mi preparación; sumo, poco a poco, pero sumo.
No ha sido una semana muy activa; el martes hice series, y el jueves las rebajas y la cena con mi familia se comieron la sesión que debería haber hecho.
El domingo salí a media mañana, con una temperatura increíblemente elevada para estar a mediados de enero, y rodé durante una hora y diez minutos, redimiendo mi conciencia por la sesión "olvidada".
Para rematar, completé el día con un partido de pádel, en el que la pelota éramos más bien nosotros. Pero bueno, a veces se gana... sólo a veces.
Esto sigue, y no pienso parar, porque a partir de ahora las sesiones van a empezar a alargarse, y no me puedo descuidar...

martes, 9 de enero de 2007

Semana 1


Nada mejor para comenzar el año que una semana cargadita de actividad. A pesar de estar de vacaciones, y de no haber participado en ninguna San Silvestre, decidimos celebrar el día de año nuevo con un rodaje subiendo hasta el puerto de la carretera que va a Colmenarejo. A buen ritmo, pero sin forzar lo más mínimo, que la cena del día anterior no nos había dejado para tantas alegrías. En menos de una hora y diez minutos completamos el recorrido, del que nos repusimos con la tradicional comida familiar.

El jueves 4 cambiamos la carrera a pie por la bici. Lo que parecía iba a ser una agradable excursión por la zona de San Lorenzo de El Escorial se convirtió en una interminable y maratoniana travesía, a ratos en bici, a ratos a pie, que me dejó completamente roto.

Para concluir, el domingo salí después de comer a hacer el rodaje de una hora que según mi programa de preparación me tocaba. Lo que no esperaba era encontrarme con la densa niebla y el frío que esa tarde cubrieron los caminos que recorrí, pero que no me impidieron cumplir el objetivo: cerrar la semana 1.

martes, 2 de enero de 2007

Y para 2007...


Año nuevo. Año 2 como corredor popular, y aún novato.

Esta mañana, para comenzar con buen pie el año, hemos salido Ana y yo a rodar durante algo más de una hora. Como tantas veces, mucha pereza al principio, pero ha merecido la pena.

Durante el camino hacíamos un pequeño balance del año que había terminado en lo que se refiere a nuestra estrenada faceta de corredores populares. En total, nueve carreras (yo una más), incluyendo nuestro debut en carreras de montaña. Cada cual con sus cosas más o menos positivas, pero todas nos han aportado algo.

Para el nuevo año que comienza, creo que toca consolidarse. Pero no me voy a conformar con ello. Mi reto para este año tiene dos palabras: MEDIA MARATÓN. Estoy decidido a probar suerte al menos una vez. No sé si será en Madrid, en Calatayud, o en cualquier otra parte, pero hoy ya me he creado el plan de preparación para la media maratón, como si fuera a correrla el día 1 de abril en Madrid.

Allá que voy, directo a mi objetivo...