martes, 27 de octubre de 2009

Crosseando por el Pilar

11 de ocutbre. XIX Cross del Pilar. Madrid

Tal y como había quedado allá por el mes de mayo, volví al Barrio del Pilar a correr el mismo cross pero en distinta fecha.
Esta vez el tiempo acompañó algo más, y a la happy family se unió un nuevo corredor, nuestro amigo Jorge, el papá de Leyre. Y allá que fuimos.

Nada más llegar nos encontramos con Ángel y María Luisa. Esta vez no hubo más representación del club y, bueno, María Luisa, que arrastra una lesión desde hace tiempo, no corrió. Así que poco majariego para defender los colores, jeje.


Ana y Ángel salieron en la primera carrera, y el resto, incluida Andrea, nos quedamos animándoles a cada paso por meta.Ángel terminó 6º de su categoría y Ana esta vez llegó en 10º lugar. Se notaba que no había tanta coincidencia de carreras como en el mes de mayo y, sobre todo, que no coincidía con la carrera de la mujer, y por eso había más presencia femenina. Aún así, un décimo puesto está muy pero que muy bien. Como anécdota, contar que Ángel esprintó con la mujer que le precedía y a la que no pudo adelantar. Sin duda ella debió pensar que detrás venía una perseguidora, y no Ángel...

A pesar de que a priori, lo mismo que la otra vez, no parecía que nos fuera a dar tiempo a hacer el cambio de niña, tuve tiempo de sobra de dejar a Andrea con Ana y tomar la salida incluso más tranquilamente.

Es inevitable que haga comparaciones, aunque en esta ocasión contaba con la ventaja de conocerme ya el recorrido y poder así regular el ritmo. Pero vamos, que me dio igual. Yo, tan bruto como siempre, empecé a adelantar a gente desde la primera cuesta. Me notaba bien, aunque no para tirar cohetes, y decidí ir con calma.
Al paso por meta mis nenas estaban animando, y eso da mucha fuerza para afrontar de nuevo la cuesta de la salida. Seguí dosificando y así como un kilómetro antes de la meta doblé a Jorge. ¡¡Ánimo, que no queda nada!! (bueno, una vuelta para él, pero algo hay que decir en estos casos, y sea como sea yo creo que siempre es de agradecer). El último kilómetro apreté y todavía pude adelantar a unos cuantos corredores.

Esta vez no vi a Ana para que me diera a Andrea y entrar juntos en meta, así que decidí esprintar a tope. Fue una lucha con otros dos corredores que al final terminó con alguno de ellos colándose de mala manera en la fila para entregar el dorsal. En fin, sin comentarios, porque da lo mismo llegar el 102 que el 103. Pero bueno, hay gente para todo, y yo me quedé muy satisfecho, habiendo hecho mejor marca que en la ocasión anterior, y dispuesto a repetir algún otro año.


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