Para los que nos gusta esto de correr es una gozada mirar el calendario y tener el bendito problema de elegir qué carrera correr un fin de semana cualquiera; pero no es menos cierto que de un tiempo a esta parte hay un factor que está influyendo -según lo veo yo, de forma negativa- a la hora de tomar esa decisión: el precio de las carreras, porque tampoco es raro comentar con otros corredores lo caro que se está poniendo esto de correr.
Porque sí, al final todas las carreras se nos venden como una fiesta del deporte, y no digo que no lo sean, pero en algunos casos la entrada a la fiesta sale un poco cara.
En este enlace se puede ver la evolución en el precio de las inscripciones de algunas carreras populares de sobra conocidas. Sin negar el hecho de que organizar una carrera supone un esfuerzo considerable, cada vez percibo más entre la gente que me rodea la sensación de que algunos han encontrado en esto de las carreras la gallina de los huevos de oro. A todos nos vienen a la cabeza carreras gratuitas o con bajos precios de inscripción que aportan prácticamente lo mismo o a veces incluso más que otras con precios más propios de otro tipo de fiestas, y no me refiero exclusivamente a la bolsa del corredor.
Resulta curioso que en estos tiempos de crisis participar en estas fiestas del deporte resulte cada vez más caro ¿no?
(Esta zancada la di primero en la web de mi club, y me he decidido a traerla también aquí)
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