domingo, 16 de diciembre de 2007

Semana completita

Del 4 al 9 de diciembre

Eso es lo que tuve durante la primera semana de diciembre: deporte y más deporte, y ¡variadito, oiga!

Había empezado el fin de semana anterior jugando al pádel un par de horitas. No está mal, no está mal. Estaba de vacaciones hasta el viernes de esa semana, así que empecé el martes con el habitual entrenamiento en el club. 2 km calentando, 3 cambios de ritmo (3' corriendo + 1' descanso trotando) a buen ritmo, balón medicinal y para terminar y no quedarme frío, 7 rectas por la hierba, pimpan, pimpam, pimpam...

El miércoles Ana me llevó a San Lorenzo del Escorial a estrenar mis nuevas zapas de raid. Subimos a buen paso hasta lo alto del Abantos, con un par de series de subida a ritmito, y luego la bajada fue a tumba abierta (subimos en una hora, y la bajada me duró sólo 25') Madre mía, cómo se cargan los cuádriceps y las lumbares. Las zapas, de lujo.

El jueves habíamos quedado para rodar José Luis, Pedro y yo. Ana se animó a venir, y Miguel Ángel también acabó apuntándose. En lugar de hacer el recorrido más o menos previsto por el monte del Pilar, Miguel Ángel (nuestro google maps humano) nos llevó por un camino hasta ahora desconocido por todos, y llegamos casi hasta Boadilla. Al final, 14 km después de una horita y veinte.

Como no tenía suficiente, el viernes, después de haber vuelto al trabajo, tocó la clase de natación. Suerte que nos pusieron el turbo como dice el profesor, es decir, las aletas, aunque también se cansa uno al cabo de un rato. Con eso y con todo, tampoco me encontraba tan cansado como esperaba estar a esas alturas de semana.

El sábado, Miguel Ángel nos tenía preparada una excursión en bici por Villanueva de la Cañada, Villanueva del Pardillo y Majadahonda. Mi bici me dio algunos problemas y no pude hacer con él, Nacho y Javier una parte del recorrido, así me uní a ellos tras el cambio de bici en el Pardillo. Igual que el día de rodaje, Miguel Ángel me mostró nuevos caminos que nunca antes había recorrido, y descubrí el estupendo paseo que tienen en Villafranca del Castillo. Al final, entre pitos y flautas, el cuentakilómetros de la bici marcaba más de 40, y la verdad es que el último tramo de vuelta a casa que hice solo se me hizo eterno.

Por último, para completar el círculo, el domingo tocó otra horita y media de pádel. ¿Se entiende ya lo de semana completita?

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