viernes, 9 de enero de 2009

Esperaba más

31 de diciembre. San Silvestre Vallecana. Madrid.

Después del buen sabor de boca que me dejó la edición de 2007, me disponía a repetir participación en la San Silvestre Vallecana. Esta vez la intención era probarme a mí mismo y ver qué marca era capaz de hacer, teniendo en cuenta las singularidades de esta prueba. Aquí va la crónica de lo sucedido.

Dejé el coche en C. Universitaria para evitar problemas a la vuelta. Desde ahí en metro a Nuevos Ministerios, y andando-corriendo hasta la zona de salida para dejar las cosas en el guardarropa. Delante de mí un corredor de la internacional se indignaba porque no le cogían su mochila si no iba dentro de la correspondiente bolsa. Si es que no está de más leerse las instrucciones que dan junto con la camiseta...

Como era más tarde que el año pasado, había mucho más ambiente, mucha gente haciendo cola para conseguir una botella de Powerade (yo iba con mi lata de isotónica Hacendado; paso de colas :-)) y menos frío (no tuve que entrar al Vips a calentarme).


Calenté un rato y llegó el segundo detalle desagradable. Al intentar acceder al cajón de menos de 42' me encontré con mogollón de corredores que iban entrando de uno en uno. Se veía que había sitio de sobra en el cajón hasta que los de menos de 45' decidieron levantar la cinta y meterse en nuestro cajón. Premio al comportamiento cívico. Un poco de follón, nervios porque ya eran menos diez pasadas, y al final entré por una valla que algunos habían separado. Ni foto del ambiente pude hacer de lo apretado que estaba en la salida.

Los primeros metros, ya se sabe, subir Concha Espina intentando no pisar ni ser pisado, ni dar o recibir los lógicos codazos. Corredores disfrazados o a paso de tortuga recibían quejas de otros más empeñados en correr. Creo que no hay que tomárselo a pecho, porque no es la carrera ideal para hacer marca, pero no me parece normal que la gente se coloque en un cajón de tiempo si pretende ir de cachondeo. Eso contando con que fuera gente que toma la salida desde el principio y no se une unos metros más adelante. En cualquier caso no me parece normal.

Primeros kilómetros a buen ritmo para ser tantos, y sin tener que hacer mucho eslálom. Bastante cómodo por Serrano. Este año el efecto de las camisetas verdes no me resultó tan espectacular como las naranjas del año pasado. Algo que no recuerdo del año pasado es liebres de tiempo. Antes de la salida vi un poco a lo lejos dos globos (40' y 45'). Estaba claro que tenía que estar a medio camino de ambos, pero lo cierto es que los primeros kilómetros los hice por detrás del de 45'. Fue al llegar a Neptuno cuando lo superé y seguí hacia delante, aunque el de 40' ya me resultaba inalcanzable.

Los kilómetros cuadraban con lo que decía mi Garmin, que en un momento determinado se empezó a volver loco y a mostrarme datos del GPS. Ahí creo que perdí un poco de tiempo intentando que volviera en sí.

Pasada la estación de Atocha me centré en lo que faltaba aún. Tenía que encontrarme con mi amigo Rubén, al que hay que dar la bienvenida a esto del running, porque parece que la fiebre San Silvestre le contagió y ya está perfectamente equipado y dispuesto para prepararse para correr la edición de 2009. El año pasado nos vimos, bueno, me vio él muy de refilón, así que este año quedamos en un punto más o menos aproximado y cuando llegué a la altura de la boca de metro de Menéndez Pelayo ya estaba pegado al lado derecho dispuesto a chocar manos. Después de este encuentro quedaba aún lo más duro: los 2 últimos kilómetros cuesta arriba.

No me noté tan fuerte como el año pasado, pero aguanté el tipo. Lo realmente duro vino casi al final, cuando de repente se ve el engañoso arco que da salida a los que corren sin dorsal. Aunque recordara del año pasado que esa no es la meta, creo que psicológicamente quería creer que así era, y por eso los últimos metros se me hicieron un poco duros.

Al final 42'07" y puesto 1168, con lo cual mejoro en 30" y más de 300 puestos el resultado del año pasado. Sinceramente esperaba hacer un tiempo algo mejor (bajar de 42') pero bueno, me puedo dar por satisfecho. Creo que con esto cierro de momento mis intentos en la San Silvestre. En la de 2009 correré saliendo de atrás, sin prisas, y espero que muy bien acompañado.

Resumen de mi carrera

1 comentario:

Rubén dijo...

Me da en la nariz que ni mucho menos vas a correr solo. Andreita debería quizá acompañarnos en un carrito de esos sport de ruedas grandes que se ven en la San Silvestre.
No?