miércoles, 11 de marzo de 2009

Reconocimiento deportivo. Parte II

Pues por fin este lunes pude terminar el reconocimiento deportivo que había empezado el mes pasado. Esta vez mantuve mis brazos quietecitos y la prueba sobre tapiz terminó como tenía que terminar, aunque la duda sobrevoló el ambiente cuando a los 5 minutos de estar corriendo tuve que parar porque uno de los parámetros no se estaba registrando en el ordenador. Me sirvió al menos para practicar la salida de la cinta.

Esta vez la prueba fue directamente sobre el tapiz rodante. Un minuto parado, tres andando a unos 6km/h y a partir de ahí comenzaba realmente la prueba. La velocidad aumenta gradualmente y también se introduce una cierta inclinación en el tapiz para simular la resistencia del viento. La máscara que me colocaron en esta ocasión era un poco más ajustada e incómoda. Intenté concentrarme sobre todo en el movimiento de brazos para no cruzarlos excesivamente, que es lo que suelo hacer cuando corro.

El ritmo fue aumentando, y llegó un punto en el que no paraban de caerme gotas de sudor de la frente. Las dos personas que controlaban la prueba me iban animando a medida que iba aumentando la intensidad y veían que el final se acercaba. Casi a los 15 minutos decidí que no podía más aunque, como sucede en muchas ocasiones, me quedé con cierta sensación de haber podido dar un poquito más. De hecho, los valores que arroja el informe que me dieron un rato después parecen corroborar esta impresión.

Según la prueba, mi máxima frecuencia cardíaca es 177, bastante por debajo de la teórica (186-187) si bien es cierto que la doctora me indicó que es normal que salga por debajo, pues las condiciones son distintas a una carrera normal a pie. El umbral aeróbico también está un poco bajo (139) y ahí es donde tengo que entrenar para mejorar. Como ya suponía, suelo hacer los rodajes a una frecuencia cardíaca mayor de la que debería. El umbral anaeróbico (167) tiene menor margen de mejora, aunque también es posible subirlo un poco.

Lo bueno de todo esto es que a partir de los valores recogidos me dieron pautas para el entrenamiento, indicándome sobre todo los rangos de pulsaciones según el tipo de ejercicio (rodaje, series, esprints, etc).

En definitiva, estoy bastante contento con la prueba, que tengo idea de repetir cada año para ir viendo mi estado y evolución. Creo que es algo que no está de más que hagamos los corredores, independientemente de nuestro nivel.

Eso sí, después de hacerla, descansa. No como yo, que esa misma tarde jugué una hora larga al pádel, y al día siguiente (ayer) me metí para el cuerpo un entrenamiento en pista con 2 repeticiones de 150m+2' recuperación+150m+2' recuperación+300m+10' recuperación a ritmo fuerte. Menuda paliza.

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