jueves, 30 de agosto de 2007

Osaka (III) ¿Decepción?

Ayer salí un rato antes del trabajo sólo para llegar a casa a tiempo y poder ver en directo la esperada final de 1500. Nuestros tres mosqueteros -Higuero, Casado y Gallardo- anunciaban que algo bueno debía pasar; tantas papeletas... algún premio debía llegar ¿no?

Entrar, encender el televisor y comenzar la final, fue todo uno. ¡Venga, chicos, que vosotros podéis!

Uy, Higuero está un poco atrás ¿no? Bueno, será su táctica. Incluso el ilustre José Luis González decía que estaba bien. Casado y Gallardo, mucho mejor colocados. Esto promete...

Pero se ha quedado en promesa. Higuero no se ha metido en la carrera en ningún momento, y tanto Gallardo como Casado se han desinflado en los últimos 150 m. Eso sí, este último ha conseguido puesto de finalista (séptimo) siendo, además, el primer europeo. No es lo que esperábamos, pero...

¿Decepción? Pues sí, es el titular más fácil. Y tengo que reconocer que en un primer momento es lo que se puede pensar; hasta yo me siento un poco decepcionado. Había muchas esperanzas, pero una vez más no ha podido ser.

Veo los comentarios de la gente en la edición digital del Marca, y alucino. Mucho forofo de sillón, como dice otro, que no tienen ni idea de lo que supone estar entre los 14 mejores del mundo en la distancia; que hacen suyas las victorias cuando un español gana algo, pero que hacen leña del árbol caído y se desentienden cuando el resultado no es el esperado; que dicen "hemos ganado" con la misma facilidad que "ha perdido" o "la ha vuelto a cagar".

Algunos van más allá y cargan las tintas contra atletas que no han alcanzado la final, como Manolo Martínez, Mario Pestano, Mercedes Chilla, Penti, Concha Montaner... Sí, puede resultar decepcionante a primera vista, pero cada persona es un mundo, y más allá del frío resultado hay más cosas. Un mal día lo puede tener cualquiera. Hay otros que prefieren no competir, lo que es tan respetable como competir aún sabiendo que no estás al cien por cien. Ellos se lo juegan toda una temporada en tres saltos, tres lanzamientos, o algo más de tres minutos. La comparación con otros deportes, en este caso sí que es odiosa.

¿Quiénes éramos en el atletismo europeo y mundial hace veinte años? Ahora destacamos incluso en disciplinas que muchos ni siquiera conocían. Pero sí, como no son campeones mundiales o europeos (que algunos sí lo son), no valen nada.

En fin, que vaya desde aquí mi admiración para todos los que le han echado coraje para representar a España en los mundiales de Osaka, aunque se hayan quedado en rondas previas. Para mí siguen siendo unos campeones. Y el año que viene, espera Pekín.

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